Tras un largo periodo de sequía que ya suma una década, la Región de Valparaíso se prepara para afrontar un difícil verano. Las fuentes de abastecimiento permitirían soportar los aumentos de consumo, que en algunos casos se duplican, como en Reñaca y Concón, o hasta se triplican, como en Santo Domingo.

“La situación va a ser complicada, especialmente en los balnearios que se repletan de turistas, pero no habrá problemas”, aseguró a El Mercurio, José Luis Murillo, gerente general de las empresas sanitarias Esval, de la Región de Valparaíso, y Aguas del Valle, de la Región de Coquimbo.

Murillo recuerda que en los sectores costeros de ambas regiones el consumo aumenta, en promedio, entre un 50 y un 60% aunque en algunos lugares puede duplicarse.

“En Coquimbo, afortunadamente, se han mantenido reservas de agua en los embalses, que han sido bien gestionadas, por lo que no debiéramos tener problemas esta temporada y la siguiente. Pero si la profundidad de la sequía continúa y se acrecienta, entonces debiéramos estar desalando el agua de mar en cuatro o cinco años”, indicó.

Detalló que Aguas del Valle ya está trabajando en un proyecto, ubicando terrenos y las factibilidades de conexión a la red de distribución.

En la Región de Valparaíso en tanto el abastecimiento depende básicamente del agua que proporciona el río Aconcagua, que abastece a los balnearios desde Valparaíso hasta Papudo. Mientras que más al sur el río Maipo abastece desde San Antonio a Algarrobo.

“Las obras que se han realizado permiten asegurar el abastecimiento”, remarcó Murillo.