El ex jefe operativo de la Central Nacional de Informaciones (CNI), Álvaro Corbalán, no se moverá de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), donde se encuentra recluido en el módulo de alta seguridad tras ser trasladado de Punta Peuco el 20 de noviembre.

Corbalán, sentenciado a una cadena perpetua y a otras penas por violaciones a los derechos humanos, fue trasladado por incumplimiento en las normas internas. La decisión fue tomada tras encontrar un celular y un chip en la celda, hecho que ya había ocurrido en ocasiones anteriores.

“Si bien es cierto que el referido no ha cometido faltas al régimen interno durante su permanencia en dicha sección, no es posible que sea devuelto a Punta Peuco, toda vez que en ese recinto cometió graves faltas al régimen interno“, indicó el alcaide de la CAS, Rodrigo González, en la notificación a Corbalán.

Asimismo agregó que “no existe otro establecimiento que reúna las condiciones de seguridad necesario para poder mantener al referido, es que se hace necesario para resguardar su integridad física, mantenerlo en la unidad especial de alta seguridad”.

Anteriormente Corbalán ya había solicitado su traslado por recibir amenazas de muerte en la CAS. En escrito presentado ante el ministro en visita Mario Carroza, el abogado Enrique Ibarra indica que su defendido fue recluido en una cárcel de castigo de máxima seguridad y, en una celda, incomunicado.

Añade que “tiene que ducharse con agua helada, lo que ha afectado sus lesiones lumbares, y por su dolor lumbar ha solicitado un segundo colchón para poder soportar una cama de cemento de hormigón armado, lo que poco mitiga su dolencia”.