Hasta la sede central de la Universidad Alberto Hurtado llegó la Presidenta Michelle Bachelet, para asistir a la ceremonia de cambio de mando del rector de esa casa de estudios superiores.

El directorio de esa institución nombró al sacerdote Eduardo Silva Arévalo quien sucede en el cargo al sacerdote Fernando Montes luego de 18 años de trabajo.

“Sé que la Universidad Alberto Hurtado le debe muchos de sus logros y progresos a la porfía y sabiduría del padre Fernando Montes, pero también el país le debe mucho, sobre todo ese país más justo que hemos venido construyendo juntos desde hace mucho tiempo”, aseguró la mandataria.

Destacó también la capacidad comunicativa y aporte al debate educacional del padre Montes. Agregó que en esta última materia, él ha sido un gran aporte a la hora de buscar una educación equitativa y de mejor calidad.

“Necesitamos un sistema universitario a la altura de lo que queremos ser como país. Porque la universidad tiene un rol histórico insustituible. Nuestras universidades han sido la cuna de la formación de nuestras capacidades para el desarrollo y la democracia”, explicó la jefa de Estado.

Añadió que el sistema actual “margina el ingreso a la educación superior de las personas más vulnerables, a la vez que endeuda a familias que, a pesar de la falta de recursos, apuestan a la formación de sus hijos e hijas. Allí se encuentra el corazón de la reforma a la educación superior que estamos haciendo realidad: Asegurar que las universidades sean inclusivas, de calidad, pertinentes y participativas”.

En este punto, la Presidenta Bachelet señaló que “lo que está en juego en la gratuidad universal es que la universidad, estatal o privada, sea parte sustancial del espacio público. Sin eso podrán ser buenos centros de capacitación, pero no constructoras de sociedad. Y eso es lo que Chile les demanda”.