La chilena Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, señaló este viernes que Birmania (Myanmar) se ha convertido en una “catástrofe” humanitaria con una escalada de violencia desde el golpe de Estado llevado a cabo el 1 de febrero.

“En sólo cuatro meses Birmania ha pasado de ser una democracia frágil a una catástrofe de derechos humanos. Además de la pérdida de vidas, el pueblo está sufriendo un impacto grave en sus derechos sociales y económicos”, señaló en un comunicado.

“Los líderes militares son particularmente responsables por esta crisis y deben responder por ello“, agregó.

A su vez, la exmandataria afirmó que la junta militar, en lugar de buscar el diálogo, acusa a sus oponentes de “terroristas”.

“Como me temía, el conflicto armado y otros tipos de violencia se están intensificando en muchas partes de Birmania, incluidos el estado Kayah, el estado Chin y el estado Kachin, con una violencia particularmente intensa en áreas con gran presencia de grupos étnicos y minorías religiosas”, precisó.

Bachelet acusó que el ejército birmano está usando artillería y ataques aéreos contra grupos armados y también contra civiles, con informaciones “creíbles” que acusan a los soldados de usar civiles como escudos humanos.

De igual modo, la alta comisionada hizo un llamado a las “fuerzas de defensa popular” creadas por los grupos prodemocráticos y a otros grupos armados para que protejan a los civiles de estos ataques.

Por último, hizo hincapié en el hecho de que se han producido explosiones dentro o en las inmediaciones de las escuelas, y que miles de profesores se niegan a trabajar o han sido expulsados por la junta militar. Situación que hace prever que “la gran mayoría de los niños” no tengan acceso a la educación.