La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos y expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, pidió este jueves al ejército birmano que deje de “asesinar” a los manifestantes.
Sus dichos se dan en el marco que al menos se han registrado 54 personas muertas y más de 1.700 detenidas desde el 1 de febrero.
“Es odioso que las fuerzas de seguridad disparen munición real contra manifestantes pacíficos en todo el país. Estoy consternada también por los ataques registrados contra el personal médico de los servicios de emergencia y las ambulancias que intentan socorrer a las personas heridas”, dijo la exmandataria en un comunicado.
“El ejército birmano debe dejar de asesinar y de encarcelar a los manifestantes”, agregó Bachelet.
La alta comisionada afirmó que corroborado que 54 personas fueron abatidas por policías y militares desde el golpe de Estado, el pasado 1 de febrero. Sin embargo, el balance de muertos podría ser mucho mayor, advirtió la ONU.
Sumado a ello, “informaciones creíbles indican que al menos centenares de personas fueron heridas en las manifestaciones”, explicó la alta comisionada, que también señaló que es complejo establecer un balance.
La expresidenta considera que el número real de detenidos probablemente sea mucho más alto, ya que se han hecho manifestaciones en más de 500 lugares “donde no siempre fue posible seguir el desarrollo de la situación”.
“Un buen número de arrestos y detenciones arbitrarias realizados desde el 1 de febrero pueden constituir desapariciones forzadas”, señaló la alta comisionada, que reclamó la liberación inmediata de todos quienes han sido detenidos arbitrariamente.
