Durante este miércoles el Comité de Ministros para la Sustentabilidad deberá evaluar nuevamente el proyecto minero Cerro Casale, que se pretende explotar en la región de Atacama y que fue aprobado en primera instancia en 2015 pero con condiciones.
El yacimiento de cobre y oro es uno de los más grandes del mundo sin explotar, y considera una inversión de US$ 5.200 millones, por eso las firmas que lo impulsan Barrick Gold (75%) y Kinross Gold (25%), recurrieron al Tribunal Ambiental de Santiago, que en junio ordenó a los secretarios de Estado volver a reunirse y reevaluarlo en un plazo de 60 días.
Ese plazo se cumplía el pasado 21 de agosto pero fue extendido por dos semanas, debido a que ese día la instancia gubernamental se dedicó a votar la iniciativa minero portuaria Dominga que finalmente fue rechazado por el impacto que generaría al medioambiente y entorno y provocó la renuncia de los entonces ministros de Hacienda, Rodrigo Valdés, y Economía, Luis Felipe Céspedes, quienes estaban a favor de esa inversión.
Según La Tercera, el proyecto fue ingresado a tramitación el 2011 por su entonces controladora, la minera canadiense Barrick, y fue aprobado en 2013 tras cuatro Icsara (rondas de consultas de los servicios públicos) y Adendas o respuestas y aclaraciones de la compañía.
Entre los temas que se evaluaron en esa oportunidad por el comité de ministros había diversas modificaciones a los sistemas de agua, algunos de los cuales fueron objeto de reclamaciones por parte de opositores. Justamente, fue eso lo que la compañía reclamó ante la Justicia, que ordenó retrotraer el proceso.
De acuerdo con la decisión del Tribunal Ambiental de Santiago, el comité de ministros no fundamentó adecuadamente la imposición de restricciones en materia de agua, por lo que lo mandató a volver a estudiarlo.
Ahora, los ministros tienen tres opciones: rechazar la entrega de la RCA (resolución de calificación ambiental), aprobarlo con condiciones o bien, visarlo. En cualquier caso, tendrá que entregar mayor detalle de las razones tras su decisión.
En todo este tiempo el proyecto ha cambiado significativamente, pues Barrick se asoció con la también canadiense Goldcorp para explotar de manera conjunta tanto Casale como Campiche, dos iniciativas cercanas geográficamente.
Así, es altamente probable que la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) ya no le sirva a las empresas mineras. El entonces titular del proyecto, Barrick, decidió enfocarse en sacar adelante Pascua Lama, proyecto más rentable y del cual ya ha materializado parte relevante de su inversión.
El yacimiento de cobre y oro es uno de los más grandes del mundo sin explotar, y considera una inversión de US$ 5.200 millones, por eso las firmas que lo impulsan Barrick Gold (75%) y Kinross Gold (25%), recurrieron al Tribunal Ambiental de Santiago, que en junio ordenó a los secretarios de Estado volver a reunirse y reevaluarlo en un plazo de 60 días.
Ese plazo se cumplía el pasado 21 de agosto pero fue extendido por dos semanas, debido a que ese día la instancia gubernamental se dedicó a votar la iniciativa minero portuaria Dominga que finalmente fue rechazado por el impacto que generaría al medioambiente y entorno y provocó la renuncia de los entonces ministros de Hacienda, Rodrigo Valdés, y Economía, Luis Felipe Céspedes, quienes estaban a favor de esa inversión.
Según La Tercera, el proyecto fue ingresado a tramitación el 2011 por su entonces controladora, la minera canadiense Barrick, y fue aprobado en 2013 tras cuatro Icsara (rondas de consultas de los servicios públicos) y Adendas o respuestas y aclaraciones de la compañía.
Entre los temas que se evaluaron en esa oportunidad por el comité de ministros había diversas modificaciones a los sistemas de agua, algunos de los cuales fueron objeto de reclamaciones por parte de opositores. Justamente, fue eso lo que la compañía reclamó ante la Justicia, que ordenó retrotraer el proceso.
De acuerdo con la decisión del Tribunal Ambiental de Santiago, el comité de ministros no fundamentó adecuadamente la imposición de restricciones en materia de agua, por lo que lo mandató a volver a estudiarlo.
Ahora, los ministros tienen tres opciones: rechazar la entrega de la RCA (resolución de calificación ambiental), aprobarlo con condiciones o bien, visarlo. En cualquier caso, tendrá que entregar mayor detalle de las razones tras su decisión.
En todo este tiempo el proyecto ha cambiado significativamente, pues Barrick se asoció con la también canadiense Goldcorp para explotar de manera conjunta tanto Casale como Campiche, dos iniciativas cercanas geográficamente.
Así, es altamente probable que la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) ya no le sirva a las empresas mineras. El entonces titular del proyecto, Barrick, decidió enfocarse en sacar adelante Pascua Lama, proyecto más rentable y del cual ya ha materializado parte relevante de su inversión.
