Chile Vamos calificó como “bananera” y digna de “países como Venezuela” la forma en que el Ejecutivo pretende sacar adelante la agenda legislativa antes del último día de enero, cuando termina el periodo.

El Gobierno pretendía tener aprobadas 7 leyes antes del receso legislativo, sin embargo algunas como la Reforma Laboral quedaron definitivamente para marzo, y otros se resolverán en Comisión Mixta, como es el caso del financiamiento de campañas políticas y la ley de partidos políticos, entre otros.

A juicio del presidente de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg, la agenda resultó ser un “desastre legislativo del Gobierno”, debido a problemas internos en las filas del propio oficialismo.

“Las diferencias al interior de la Nueva Mayoría son tan profundas, y son diferencias ideológicas, que hace imposible que un ‘frenesí legislativo’ tenga buenos resultados, porque no son ellos ni siquiera capaces de ponerse de acuerdo en cómo sacar esos proyectos adelante”, señaló el diputado.

Por su parte, el presidente de la UDI, Hernán Larraín, señaló que “es imposible legislar en un nivel de complejidad como el de estos proyectos con seriedad y con rigor”, agregando que “el problema es que el Gobierno se hace una suerte de auto daño porque compromete agendas legislativas intensas complejas y difíciles para sacar en plazos irreales”.