A las 15 horas de este martes, la mesa directiva de la Convención Constituyente se reunirá con el Gobierno para verificar el cumplimiento de las condiciones técnicas y sanitarias para continuar la primera sesión en el exCongreso de Santiago.

Así lo informó el vicepresidente de la instancia, Jaime Bassa, después de la reunión que sostuvo, junto a la presidenta Elisa Loncón, con el subsecretario de la Segpres, Máximo Pavez.

Bassa detalló que presentaron “un listado de exigencias al Ejecutivo que se van a cumplir durante la mañana. En la tarde vamos a evaluar y fiscalizar que el Gobierno cumpla con la palabra empeñada. Mientras tanto, durante la mañana, vamos a iniciar los procesos de acreditación digital de las y los constituyentes, que permitan sesionar telemáticamente”.

“A partir de esa respuesta y del examen que vamos a hacer con la presidenta, vamos a ver si convocamos para el miércoles”, sentenció.

El acuerdo le puso paños fríos a lo que ha sido catalogado como un verdadero bochorno.

La primera sesión estaba convocada para este lunes a las 15 horas. Sin embargo, los convencionales decidieron suspenderla tras acusar que no existían las medidas adecuadas para empezar a redactar una nueva Constitución.

La instancia ya se había atrasado alrededor de una hora y media debido a la demora en llegar de algunos de los 155 constituyentes y el lento proceso de test antígenos al que se sometieron a la entrada del ex-Congreso.

Ya en el interior, comenzaron una discusión sobre donde realizar la reunión. Tras decidir instalarse en cuatro espacios distintos, no pudieron llegar a un acuerdo respecto a como se iban a dividir. Algunos exigían que fuera de forma aleatoria, mientras que otros no querían separarse de sus respectivos bloques políticos.

Posteriormente -y abruptamente- se anunció la suspensión del encuentro. Según indicaron los convencionales que salieron a hablar con la prensa, la paralización se debió a que no habían recursos técnicos para facilitar la comunicación entre salas, mientras que tampoco podían agruparse en la sala mayor ya que solo 80 convencionales podían estar por protocolo sanitario.

El constituyente del Distrito 10, Fernando Atria, explicó la situación: “Llegamos y no estaba habilitado el sistema para tener una reunión en salas separadas, por razones de aforo. Evidentemente, eso implica que no se puede hacer la sesión completa de los 155 en la sala de plenarios de la Cámara de Diputados, que es la más grande, por razones de aforo. Por lo tanto, lo que se exigía que es que algunas personas estuvieran sesionando ahí y otras en otra sala. Y eso exigía sistemas de audio y de video para que las personas supieran lo que estaba pasando en la principal, etcétera. Y nada de eso estaba preparado”.

“No sé si el Gobierno sabía que hoy día iba a ser el segundo trabajo de la Convención Constitucional, parece que se enteraron ayer. Me parece insólito con todo lo que el Gobierno ha estado diciendo, que estaba preparando y todo eso, que ni siquiera haya micrófonos habilitados de una sala a otra, en condiciones que sabía que el aforo tenía ciertas exigencias, que el país está sufriendo una pandemia de Covid-19″, agregó.

Asimismo, Beatriz Sánchez, convencional del Distrito 12, indicó vía Twitter: “No hay condición ni sanitaria ni técnica para poder sesionar. La Mesa de la CC resuelve bien y decide suspender la sesión de hoy. La responsabilidad es del Gobierno, que hace semanas sabía que comenzábamos hoy y no había ni sistema de video ni audio habilitado”.

En la misma línea, el constituyente del Distrito 28, Mauricio Daza, culpó a la Segpres y al secretario técnico de la Convención, Francisco Encina. “Él se tiene que hacer cargo, no puede ser que ocurran todas estas cosas y que no pase nada con quienes tuviesen que cumplir la labor en una cosa tan importante”, indicó a 24 Horas.

Sin embargo, los constituyentes de derecha le quitaban responsabilidad a Encina y al Gobierno y apuntaban contra la mesa directiva, encabezada por Elisa Loncón.

El convencional de Vamos por Chile electo en el Distrito 9, Arturo Zúñiga, indicó: “En nuestra opinión, la mesa debió haber chequeado de que estaban todas las condiciones, debió haber chequeado con el Gobierno para ver si estaba todo listo. Pero lo que no puede suceder es que haya un mayor número de personas en una sala donde no esté el aforo permitido”.

Lo mismo dijo su par de lista, Ruggero Cozzi, quien, en uno de los momentos más tensos de la jornada, fue encarado y golpeado por participantes de una protesta por los presos del estallido social a las afueras del ex-Congreso. Poco antes, el convencional de RN había asegurado que no existen los detenidos políticos en Chile, por lo que fue atacado con golpes de mano y patadas tras retirarse de la Convención.

Posteriormente, Cozzi aseguraría a CNN Chile que “los legisladores y ahora los constituyentes no debemos tener estas presiones hoy”, además de apuntar a que la situación no responde a “la democracia ni el país que quiero”.

El debate por los presos políticos del estallido iba a marcar la fallida sesión. Antes de la suspensión, uno de los temas a tratar iba a ser una posible declaración de la Convención para respaldar el respaldo al proyecto de ley que entrega indulto general a los presos políticos del estallido social.

Los convencionales de la Lista del Pueblo acusaron al Gobierno de querer entrampar el desarrollo de la instancia y de evitar que se ponga en la pauta la discusión por los presos políticos del estallido.

Marco Arellano, convencional del Distrito 8 de la lista, advirtió que “es evidente que hay una responsabilidad política clara por parte del Gobierno, por parte de Sebastián Piñera y representada en el señor Encina, de entorpecer el funcionamiento de la Convención Constitucional (…) Cuando llegamos en la mañana se escuchaba el himno del país con la estrofa de los soldados. Hoy se dan condiciones que sistemáticamente intentan frustrar este proceso”.

En la misma línea, su par del Distrito 13, Adriana Ampuero, aseguró que la suspensión “es intencional. No podemos obviar que el día de hoy llegamos a trabajar a un espacio de 80 personas siendo que son 155. Esta era una situación conocida por meses de anterioridad por el Gobierno. Habían múltiples opciones de funcionamiento. Una, por ejemplo, el Congreso Nacional, otra es disponer de espacios abiertos ampliados, otra es trabajar en salas divididas. Pero ninguna está hoy día”.

Mientras, los constituyentes PS incrementaban la tensión tras exigir la renuncia del ministro de la Segpres, Juan José Ossa. Pedro Muñoz Leiva, convencional del Distrito 24, indicó que “el colectivo socialista solicita la renuncia del ministro Juan José Ossa por el notable abandono de deberes y repetida falta de disposición hacia la Convención Constitucional”.

“Responsabilizamos al Gobierno del Presidente Sebastián Piñera por el permanente desinterés hacia el funcionamiento de la Convención. Expresamos nuestro apoyo a la mesa compuesta por la doctora Elisa Loncón y Jaime Bassa. Y exigimos al Gobierno la resolución inmediata de los solicitado”, agregó.

A dicha petición se unió Apruebo Dignidad, convencionales que a través de una misiva exigieron que “que se hagan valer las responsabilidades políticas sobre el ministro Ossa mediante su renuncia inmediata y las responsabilidades administrativas del subsecretario (Máximo) Pavez y del funcionario (Francisco) Encina”.

REUNIÓN CON EL GOBIERNO

En ese convulsionado ambiente, la reunión que Loncón y Bassa sostuvieron con el subsecretario Pavez pareció calmar los ánimos.

“El Gobierno dice que está dispuesto a resolver los problemas presentados”, indicó Loncón después de la cita, aunque advirtió que el Ejecutivo “tiene que dar su explicación. Para nosotros son faltas de garantías institucionales para dar inicio al trabajo de la Convención (…) Lo que ellos dicen que es la primera vez que están frente a una situación así, etcétera”.

Mientras, el subsecretario Pavez admitió que hubo “errores técnicos que impidieron el normal funcionamiento de la sesión de la convención constitucional y es en virtud de esos errores técnicos que fui mandatado por el ministro de la Segpres para venir a juntarme con la mesa”.