La discusión de este jueves entre la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini y los funcionarios cubanos estuvo enfocada en la democracia y los derechos humanos, en el último día de trabajo de la funcionaria en La Habana.

Tras una primera jornada, marcada por las coincidencias en rechazo al embargo de Estados Unidos, la necesidad de aumentar el comercio, la cooperación y las inversiones, le correspondió a los temas políticos y sociales del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación, que ambas partes buscan “reconfirmar” con esta visita.

Mogherini, representante en Política Exterior de la Unión Europea (UE) tuvo reuniones con el presidente del Parlamento, Esteban Lazo, y el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, y no se descarta que pueda ser recibida por el presidente Raúl Castro.

Para el canciller cubano, el acuerdo “es una demostración de buena voluntad y respeto recíproco que permitirá entenderse y avanzar en beneficio mutuo en todos los campos, por encima de las diferencias”.

En igual sentido, Mogherini le expresó que el acuerdo abre “la posibilidad de vencer dificultades y encontrar un terreno común en las futuras relaciones entre Cuba y la Unión Europea”.

NO TODO SON COINCIDENCIAS

El acuerdo busca el diálogo político, incurre temas como control de armas, migración, lucha contra las drogas y el terrorismo, desarrollo sostenible y energía renovable, donde no solo hay coincidencias, sino avances de cooperación previos al pacto.

Un diálogo informal sobre derechos humanos fue iniciado en junio de 2015 en Bruselas, continuado en el mismo mes de 2016 en La Habana, y en mayo de 2017 en Bruselas.

Pese a las diferencias en el asunto, Mogherini garantizó que “mantienen un diálogo fructífero, constructivo y amplio”.

El convenio “debe ser también un sólido instrumento para apoyar aún más la modernización económica y social de Cuba“, dijo Mogherini el miércoles.

Sobre el tema de los derechos humanos, con el que La Habana es muy celosa de su independencia y soberanía, ya han sostenido encuentros previos, donde ambas partes se han escuchado, pero también han realizado críticas.

Aunque las reformas de Raúl Castro y el Partido Comunista abrieron un pequeño espacio a la iniciativa privada y a la libertad de viaje, La Habana no renuncia a su sistema de partido único, es reacia a legalizar la oposición y mantiene su ideología comunista.

En abril el retorno del lenguaje político duro por parte del presidente Donald Trump, concitó llamados de “vuelta a las trincheras” en algunos sectores de la sociedad cubana.

La Presidenta Michelle Bachelet visitará la isla entre el sábado 6 y el lunes 8 de enero, donde se reunirá con el mandatario cubano.