Un grupo de animalistas se congregó este lunes en el centro de Londres para protestar en contra de una controvertida orden judicial que dictaminó el sacrificio de una alpaca, que dio positivo a un test de tuberculosis bovina.
El caso se hizo conocido en Reino Unido hace algunos días y hasta el viernes la propietaria del animal, Helen Macdonald, había logrado reunir 81.000 firmas para impedir la sentencia de “Geronimo”, un animal que importó el 2017 desde Nueva Zelanda.
La granjera afirma que los chequeos son erráticos y que los resultados que ha arrojado el camélido son falsos positivos. De ahí su intención de hacer visible esta situación. Por lo mismo, cientos de activistas que la apoyan se reunieron portando pancartas y exigiendo la salvación de la alpaca.
Se manifestaron desde la sede del ministerio británico de Alimentación, Medio Ambiente y Asuntos Rurales hasta Downing Street, residencia del Primer Ministro, para pedir al Gobierno que se retracte de esta determinación. “Justicia para Gerónimo” o “Retest, no muerte”, se podía leer en los afiches.
Macdonald, que ha invertido poco más de 90 mil euros en la defensa del animal, perdió el caso hace unos días y dentro de 30 días funcionarios deben asistir a su finca de Gloucestershire (este de Inglaterra) para ejecutar el sacrificio del animal.
