El Papa Francisco realizó este viernes su tradicional mensaje de navidad desde el balcón de la basílica que da a la plaza de San Pedro en el Vaticano, pero solo de manera online debido a la pandemia. Y en su recuento sobre los hechos que han acontecido este año 2020, al momento de dedicar unas palabras a Latinoamérica, recordó a Chile diciendo que “la palabra eterna del Padre (…), ayude a superar las recientes tensiones sociales en Chile”.

“Que la palabra eterna del Padre sea fuente de esperanza para el continente americano, particularmente afectado por el coronavirus, que ha exacerbado los numerosos sentimientos que lo oprimen, a menudo agravados por las consecuencias de la corrupción y el narcotráfico. Que ayude a superar las recientes tensiones sociales en Chile y a poner fin al sufrimiento del pueblo venezolano”, señaló el sumo pontífice.

Durante la ceremonia, también se refirió a otros temas que han afectado al mundo y habló sobre las consecuencias de la pandemia de Covid-19. En ese sentido afirmó que “en este momento de la historia, marcado por la crisis ecológica y por los graves desequilibrios económicos y sociales, agravados por la pandemia del coronavirus, necesitamos más que nunca la fraternidad”

Llamó a una fraternidad concreta, más allá de la familia, la etnia, la religión, la lengua o la cultura. “Y esto es válido también para las relaciones entre los pueblos y las naciones”, insistió Jorge Bergoglio.

Este llamado a la solidaridad se aplica “especialmente con las personas más frágiles, los enfermos y todos aquellos que en este momento se encuentran sin trabajo o en graves dificultades por las consecuencias económicas de la pandemia, así como con las mujeres que en estos meses de confinamiento han sufrido violencia doméstica”.

Finalmente, el papa se refirió a sus reflexiones sobre los difíciles reencuentros familiares, para él una ocasión para magnificar su importancia.

“Mi pensamiento se dirige en este momento a las familias: a las que no pueden reunirse hoy, así como a las que se ven obligadas a quedarse en casa”, confió ya en las últimas frases de su mensaje.

“Que la Navidad sea para todos una oportunidad para redescubrir la familia como cuna de vida y de fe; un lugar de amor que acoge, de diálogo, de perdón, de solidaridad fraterna y de alegría compartida, fuente de paz para toda la humanidad”, añadió, antes de finalizar deseando “a todos, ¡Feliz Navidad!”.