Tras la suspensión de actividades presenciales para conmemorar la Inmaculada Concepción y el fin del Mes de María en gran parte de las iglesias del país, por la pandemia del Covid-19, el mediodía de este martes el Templo Votivo de Maipú fue testigo de una inédita “auto-misa”, que congregó a los fieles en el frontis del santuario para presenciar la eucaristía.

La misa fue celebrada por el obispo auxiliar de Santiago, monseñor Cristián Roncagiolo, y contó con la asistencia de una cincuentena de vehículos particulares, además de autoridades de la comuna, quienes fueron testigos de la iniciativa que contó con medidas de distanciamiento social para evitar posibles aglomeraciones y contagios.

Luego de la ceremonia, el rector del santuario, padre Raúl Arcila, agradeció a quienes hicieron posible el acto, señalando que “puede ser novedoso para muchos, extraño para otros, pero muchos fueron también los que dijeron que era una excelente idea”, y agregó que “hubo muchos obstáculos para saber si esto podría hacerse, pero incluso la pandemia nos ‘respetó’, y nos permitió que pudieramos reunirnos de esta forma”.

Asimismo, el párroco hizo un llamado a que desde el jueves, en fase 2, “debemos ser conscientes de lo que significa, y ojalá que el estar aquí signifique también respetar a partir de ese día la norma sanitaria para que podamos vencer a este virus que nos trastorna la vida”.

Por su parte, la alcaldesa de Maipú, Cathy Barriga, manifestó a los presentes que “me emociona estar acá, traspasando energía desde las redes, ya que sabemos que vienen momentos difíciles, y agradezco poder estar acompañándolos y los llamo a no bajar los brazos, a ser solidarios y responsables”.