Roberto Fantuzzi aún está sentido por todo el revuelo que generó la muñeca inflable que le regaló al ministro de Economía en la cena de Asexma. Si bien asume que cometió un error, lamentó que no se valore todo el trabajo de inclusión que ha realizado.

“Fue un hecho lamentable. Fue una gran lección porque aprendí que lo que uno ha hecho anteriormente no vale nada“, expresó el empresario a Emol TV.

Fantuzzi recalcó que “yo trabajé en cárceles de mujeres, con prostitutas, he trabajado con todo el mundo que son los ‘vulnerados’, que le llamo yo (…) Es cosa de ver Asexma, el 60% son mujeres, yo creo que muy pocas actividades relacionadas a los gremios tiene ese porcentaje (…) Y todo eso no vale nada”.

De todas formas, el empresario afirmó que “no quiero justificarme” y agregó que “tengo que aprender, tengo que cambiar las susceptibilidades y me lo dijo el padre Felipe Berrios: ‘Te equivocaste plenamente, cambiaron los tiempos, este chiste hace 20 años atrás no hubiese pasado nada, pero hoy día…’”.

Fantuzzi reconoció que el regalo “es vulgar, es grosero; todos los calificativos que podemos decir, quedamos corto“. No obstante, añadió que “no me puedo arrepentir de un hecho que fue un error y que, al revés, me ha servido“.

En ese sentido, dijo que “si herí a las personas, pedí perdón”. “Nunca me ha dolido tanto, fue un knock out“, admitió el presidente de Asexma.