El titular del máximo tribunal del país señaló que, a su juicio, “el Poder Judicial está libre, absolutamente libre” de corrupción y que nadie puede acusar a los jueces de esa práctica.

El juez Hugo Dolmestch asumió este miércoles como presidente de la Corte Suprema, en reemplazo de Sergio Muñoz, quien ya cumplió su período.

En la ceremonia de cambio de mando en el Palacio de Tribunales, estuvieron presentes la ministra de Justicia, Javiera Blanco, los presidentes de ambas cámaras del Congreso, fiscales regionales, entre otras autoridades.

En su discurso de asunción, Dolmestch se encargó de hablar de las situaciones que han sido objeto de preocupación nacional, en especial la falta de probidad en todos los ámbitos y que, según él, no afecta a la justicia.

“El Poder Judicial está libre, absolutamente libre de esto, nadie podría decir que hay jueces o ministros que sean corruptos”, agregando que “por esto tenemos la mente en alto y podemos seguir juzgando”.

Sobre los casos ya resueltos el nuevo titular de la Suprema se manifestó partidario de “aumentar las penas y crear nuevo delitos, aunque esto no está entre nuestras facultades”, lamentó.

“Creemos que se ha quedado corto el Código Penal, y no es suficiente para condenar algunas causas, claro es el ejemplo del caso de las farmacias”.

Dolmestch asumirá la autoridad del máximo tribunal del país durante el periodo 2016-2018.