El exministro de Salud Jaime Mañalich, expuso -de manera telemática- en la comisión investigadora de la Cámara de Diputados que analiza la acusación constitucional en su contra por poner en riesgo la vida y la salud de la población, por faltas a la probidad y ocultamiento de datos, en el marco de la pandemia por el Covid-19.

Mañalich -quien dejó su cargo el pasado 13 de junio- detalló la estrategia que se implementó en Chile para enfrentar la emergencia sanitaria, la que a su juicio estuvo (y se mantiene) marcada por la gran “incertidumbre” mundial respecto al coronavirus.

En su presentación, el exsecretario de Estado reconoció errores y problemas que obligaron a ir modificando y corrigiendo criterios, especialmente en materia de conteo de casos y fallecidos. “Nosotros necesitábamos una brújula muy firme para manejar el timón en el control de esta pandemia. Y tengo que reconocer que la brújula que nosotros usábamos tenía dificultades enormes. Y esa brújula se llama el sistema informático Epivigila”, planteó.

“Tuvimos un problema muy serio en el conteo de casos. La fórmula que disponíamos y que yo creo que fue bien efectiva cuando se trataba de brotes en ciudades no tan grandes como la ciudad de Santiago o Valparaíso, funcionó muy bien, alcanzó a funcionar muy bien, y eso yo creo que da cuenta del éxito de Osorno, de Punta Arenas inicial”, agregó.

“Nosotros tuvimos que hacer un esfuerzo extraordinario con mucha fuerza para obtener (…) una segunda fuente de información, que se usa hasta hoy con mucha validez, que es el cruce con la base de datos de laboratorio”, indicó.

En el mismo ámbito, Mañalich recalcó que, personalmente, solicitó a la Contraloría General de la República la auditoría que, finalmente, encontró 34 mil casos de Covid-19 que faltaban por reportar.

“A mediados de mayo mi convicción personal es que efectivamente teníamos problemas muy serios para tomar decisiones a través de la plataforma Epivigila y teníamos datos de informes duplicados, fallecidos que no estaban, etcétera, muchos problemas. Y es por eso que me permití hablar con el señor contralor general de la República y pedirle, mediante un oficio, que tuviera bien hacer una auditoría del sistema de información Epivigila, para tener una certeza sobre qué horizonte estábamos funcionando”, aseguró.

“El segundo problema o la segunda brújula muy importante para las decisiones en esta pandemia son, por supuesto, la contabilidad de los fallecidos. Hasta el día de hoy persisten enormes dudas de cómo clasificar a los fallecidos por Covid… con Covid”, sostuvo el ex titular del Minsal.

“Al final nosotros optamos por pedir, en el cruce con el Servicio de Registro Civil, que simplemente todas las personas que tenían la mínima sospecha de una muerte asociada de alguna forma a Covid fueran reportadas como tal y eso lo definí yo en un decreto exento. Sin embargo, después se estimó por el DEIS que esto no era prudente y hasta el día de hoy se siguen, entiendo, confirmando todos los días por parte del Ministerio de Salud los pacientes fallecidos como aquellos confirmados y se informa, además, un número de sospechosos que son pacientes que no tuvieron examen, pero que podrían tener una enfermedad cuya causa haya sido el Covid”, explicó.

Al cerrar su intervención, Mañalich estableció que “a pesar de ir de frente a cualquier dificultad y estar dispuesto aquí a contestar cualquier pregunta, yo reconozco que hemos y he cometido errores, y que hemos corregido errores”.

En la ronda de preguntas en la comisión presidida por Iván Flores (DC), Mañalich negó haber ocultado o manipulado las cifras de la pandemia con fines políticos. “Nosotros nunca ocultamos ningún número, ni al Presidente (Sebastián Piñera) ni a la opinión pública”, afirmó Mañalich, quien recalcó que “hicimos un esfuerzo sistemático por mejorar la calidad de la data”.

Sobre el conteo de fallecidos, Mañalich justificó los distintos cambios, en los que -a su parecer- incluso la Organización Mundial de la Salud “ha tenido instrucciones cambiantes en la medida que la información científica, y sigue cambiando hasta hoy, evoluciona”.

Respecto a una supuesta politización de la emergencia por el Covid-19, el exministro de Salud comentó que “efectivamente la pandemia se ha transformado en un arma arrojadiza, en una lanza”.

“Y esto no es nuevo. Durante la pandemia de influenza del año 2009 hubo actores de salud, ministros de salud de distintos países que fueron llevados a la justicia o destituidos porque compraron mucho oseltamivir o porque no compraron oseltamivir, o porque hicieron cuarentena o porque no hicieron cuarentena”, sostuvo.