Carmen Gloria López, vicerrectora Académica Duoc UC.
La pasada huelga de Walmart Chile alertó sobre las implicancias que puede tener el rápido avance de la tecnología en las ocupaciones. Nos recuerda que la necesidad de adaptar nuestra fuerza laboral es un problema tan grande y urgente como el cambio climático. Por ello, nos hace falta un plan país para evitar el desastre.
Hay naciones como Australia que han encontrado una forma de apoyar esta transición a través de sus Skills Councils, donde se reúne el estado y las empresa privada, con el objetivo de ayudar, asesorar y hacer recomendaciones al Ministerio de Educación sobre las habilidades y prioridades de desarrollo de la fuerza laboral.
Los Skill Councils son comités sectoriales financiados por el estado australiano que entregan asesoría estratégica e independiente, respecto a las necesidades de inversión para lograr una fuerza de trabajo altamente calificada, particularmente en los sectores de mayor crecimiento en el futuro. Esta coordinación evita que el ministerio invierta en educación superior en sectores que no tendrán empleabilidad en el futuro, o que se creen carreras, diplomados y cursos, que enseñan competencias obsoletas.
En Chile, estamos invirtiendo en Centros de Formación Técnica Estatales, pero más enfocados en llegar a los sectores más vulnerables o rurales, que con una mirada respecto del mercado laboral futuro o en las habilidades que se necesitarán en 10 años. Además, a través de la gratuidad en la educación superior, Chile invierte grandes cantidades de dinero, sin una coordinación con el desarrollo que esperamos ocurra en nuestra economía.
Por ello, la iniciativa australiana resulta interesante, ya que los Skill Councils permiten que tanto el sector privado como público reflexionen sobre los sectores que van a crecer y cuáles serán las brechas de capital humano que se crearán, para desde ahí, hacer un plan de formación que permita la movilidad de las personas.
Aunque no tenemos Skills Councils a la australiana, en Chile el sector privado ha generado algunas iniciativas.
La minería creó el Consejo de competencias mineras; hace un año la Cámara de la Producción y del Comercio (junto a Fundación Chile en la secretaría técnica y a JP Morgan como financista), crearon el primer Consejo de Competencias 4.0 en Mantenimiento que van a ampliar a la creación del segundo Consejo Multisectorial 4.0, esta vez, en el área de Logística. También la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), a través de la administración de cinco Liceos Técnicos Profesionales, está aportando a la formación de jóvenes para el futuro.
Sin embargo, dichas iniciativas deberían articularse con el estado para poder avanzar en forma coordinada y optimizar los recursos que estamos destinando a la educación.
Carmen Gloria López, vicerrectora Académica Duoc UC.
La pasada huelga de Walmart Chile alertó sobre las implicancias que puede tener el rápido avance de la tecnología en las ocupaciones. Nos recuerda que la necesidad de adaptar nuestra fuerza laboral es un problema tan grande y urgente como el cambio climático. Por ello, nos hace falta un plan país para evitar el desastre.
Hay naciones como Australia que han encontrado una forma de apoyar esta transición a través de sus Skills Councils, donde se reúne el estado y las empresa privada, con el objetivo de ayudar, asesorar y hacer recomendaciones al Ministerio de Educación sobre las habilidades y prioridades de desarrollo de la fuerza laboral.
Los Skill Councils son comités sectoriales financiados por el estado australiano que entregan asesoría estratégica e independiente, respecto a las necesidades de inversión para lograr una fuerza de trabajo altamente calificada, particularmente en los sectores de mayor crecimiento en el futuro. Esta coordinación evita que el ministerio invierta en educación superior en sectores que no tendrán empleabilidad en el futuro, o que se creen carreras, diplomados y cursos, que enseñan competencias obsoletas.
En Chile, estamos invirtiendo en Centros de Formación Técnica Estatales, pero más enfocados en llegar a los sectores más vulnerables o rurales, que con una mirada respecto del mercado laboral futuro o en las habilidades que se necesitarán en 10 años. Además, a través de la gratuidad en la educación superior, Chile invierte grandes cantidades de dinero, sin una coordinación con el desarrollo que esperamos ocurra en nuestra economía.
Por ello, la iniciativa australiana resulta interesante, ya que los Skill Councils permiten que tanto el sector privado como público reflexionen sobre los sectores que van a crecer y cuáles serán las brechas de capital humano que se crearán, para desde ahí, hacer un plan de formación que permita la movilidad de las personas.
Aunque no tenemos Skills Councils a la australiana, en Chile el sector privado ha generado algunas iniciativas.
La minería creó el Consejo de competencias mineras; hace un año la Cámara de la Producción y del Comercio (junto a Fundación Chile en la secretaría técnica y a JP Morgan como financista), crearon el primer Consejo de Competencias 4.0 en Mantenimiento que van a ampliar a la creación del segundo Consejo Multisectorial 4.0, esta vez, en el área de Logística. También la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), a través de la administración de cinco Liceos Técnicos Profesionales, está aportando a la formación de jóvenes para el futuro.
Sin embargo, dichas iniciativas deberían articularse con el estado para poder avanzar en forma coordinada y optimizar los recursos que estamos destinando a la educación.
Carmen Gloria López, vicerrectora Académica Duoc UC.
