El emblemático líder de la banda Queen dejó de existir un 24 de noviembre de 1991, por complicaciones derivadas del SIDA.

El 24 de noviembre de 1991 el mundo perdió a uno de los músicos más emblemáticos del siglo XX. Freddie Mercury, líder de Queen, falleció producto de complicaciones derivadas del SIDA. Un día antes de su deceso reveló a la prensa que había contraído VIH y que había luchado con la enfermedad por dos años.

Nacido en Stone Town, Zanzíbar (actual Tanzania) el 5 de septiembre de 1946 bajo el nombre de Farrokh Bulsara, el músico vivió casi toda su infancia en la India y, de adolescente, emigró con su familia a Reino Unido, donde sus aptitudes artísticas se desarrollaron en plenitud.

Mercury creó la banda “Queen” en 1970 con Brian May, John Deacon y Roger Taylor. Una unión de talentos que hizo historia en el rock, fundamentalmente por el sobresaliente nivel vocal del cantante.

El grupo musical gozó de un gran éxito en Reino Unido con álbumes como Sheer Heart Attack (1974) y A Night at the Opera (1975). Este último adquirió fama internacional e histórica, llegando a ser considerado hoy en día uno de los discos más importantes en la historia de la música, en especial por su canción más famosa “Bohemian Rhapsody”. Una pieza estructuralmente inusual (seis secciones unidas en 5 minutos y 55 segundos), más similar a una rapsodia clásica que a la música popular.

Con esto, la banda adquirió una significativa repercusión en Estados Unidos a fines de los años 70, ya con un numeroso repertorio de éxitos que fueron complementándose con una discografía posterior de once álbumes y un sinnúmero de éxitos radiales.

Hoy se cumple un año más del adiós de un ícono de la música a nivel mundial, y su legado sigue intacto.