Con un encendido llamado a la autocrítica a los partidos políticos, el candidato independiente de Chile Vamos, Sebastián Sichel, manifestó este lunes su balance de la jornada electoral que marcó una debacle del oficialismo y la centroderecha en su conjunto, a manos de las candidaturas independientes y de la irrupción de la alianza electoral del Frente Amplio y el PC.

Tras los magros resultados, el abanderado independiente llamó a los partidos a no buscar en el Ejecutivo la causa de la debacle del oficialismo, como se realizó en los primeros balances internos en Chile Vamos.

“Yo encuentro patético cuando presidentes de partidos o candidatos tratan de culpar al Gobierno respecto a sus resultados propios y lo digo abiertamente. Aquí lo que se destroza son los partidos tradicionales y el rol que han jugado en política, y en eso prefiero los mea culpa antes de andar buscando culpables al frente mío, y llevamos meses en eso”, sostuvo Sichel, agregando que la caída es, además de Chile Vamos, de la política tradicional en su conjunto.

“Si fuera culpa del Gobierno habría crecido la oposición democrática que está en el Congreso y le va peor que a Chile Vamos. Lo que pasó con la DC, PPD, el Partido Radical, con el PS. Por lo tanto, la respuesta es que, si fuera culpa de uno, el otro ganaría, y es exactamente lo contrario. Ganaron los extrasistema, los independientes y los que vienen de otros lugares culturales, por lo tanto, es un fracaso en general de una clase política”, dijo.

En ese mismo sentido, Sichel señaló que “me gustaría una clase política más responsable, en el Gobierno y en el Congreso, donde se hiciera un buen mea culpa de qué hicieron mal en estos dos o tres años que hace que la gente no confíe en ellos”.

Consultado por las razones de la baja votación, especialmente de la centroderecha, el candidato manifestó que existe una que es “bastante obvia”, referente a una falta de identidad dentro de las ideas de la derecha.

“Yo tengo una explicación bastante obvia, primero con la centroderecha y el centro teniendo una agenda muy parecida a la de la izquierda, tratando de matizarla. En ese escenario, de la copia y el original, si lo que decía Pamela Jiles parecía mejor, obvio que los chilenos iban a votar por ese mundo. Lo segundo fue el exceso de partidismo, porque es extraño que los liderazgos surjan de las cúpulas partidistas, hay que buscar líderes ciudadanos y lamentablemente los candidatos tienen que pasar filtros de partidos para poder competir, aunque electoralmente no sean competitivos”, fue parte de la crítica que lanzó Sichel, añadiendo que “en vez de buscar candidatos competitivos, sacrifican hacia adentro, por satisfacer a las cúpulas de partidos, candidaturas que pueden ganar. Yo lo vi en la DC hace un tiempo, cuando estás en pro de ver el bienestar del partido en lugar del bienestar del país, pierde el país y pierde tu partido”.

“Lo que pasó acá es que los partidos se preocuparon mucho más de quién iba a ganar la elección interna en la próxima elección, y al final están olvidándose de las personas”, agregó.

Asimismo, Sichel criticó la falta de agenda del oficialismo, señalando que “la gente no vota por la nostalgia, ni por la moderación, sino por ideas de lo que quieren mejor para el país”, y en ese sentido sindicó a la sustentabilidad, a la inclusión y a la reactivación como ejes olvidados.

“No hemos podido combatir a la política del bono en vez de reformas en serio para mejorar permanentemente la situación de las familias que viven precariamente. Lo que hemos prometido todos estos días es quién da el bono más grande, una situación que repudio del mundo de la izquierda, y que en vez de decir que queremos transferencias directas permanentes, preguntamos de donde vamos a sacar la plata para el bono que viene. Ahí hay una pérdida de identidad propia del mundo reformista, con la capacidad de combatir al populismo”, aseguró.