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10 instantes exquisitos del recital de los Rolling Stones en Chile

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El puntapié inicial del Olé Tour por Latinoamérica fue en Chile y sonó en grande. No se notó el noviciado, salvo los guiños a la gira norteamericana Zip Code del 2015 de la que tomó prestada su infraestructura y columna musical.

Algunos de los magníficos momentos del show merecen una revisión, pero también mención al reiterado número de Los Tres como teloneros, que tuvieron su nota alta con una muy prendida versión de “Amor violento” con la colaboración del Macha Asenjo.

Una intro latina

En medio de la expectación por el concierto del 3 de febrero, se habló de un detalle especial inspirado en los fans sudacas de los Rolling Stones. La intro del show, fue un colorido recorrido por la historia de la banda y su influencia en este lado del mundo que recorría hitos geográficos, culturales y mediáticos de los británicos. Cordilleras, guitarras de palo, banderas chilenas fundidas con carátulas legendarias del conjunto que decantaban en la típica señalética al fin de la ruta: Bienvenidos a Chile y un ensordecedor “Ladies and gentlemen… The Rolling Stones!!”


la infraestructura total

Si bien el imponente escenario fue una versión menor del utilizado en la gira anterior, supera por mucho la infraestructura de cualquier evento reciente en el Estadio Nacional. Tres pantallas gigantes de definición extraterrestre (De 17 metros de ancho y 13 de alto), una tarima de 58 metros de largo y 25 metros de profundidad y la tarima por la que Jagger y compañía animaron a la multitud. Sin otro telón que las guitarras del elenco y fuegos artificiales desde el inicio con “Start me up” al encore del final pasando por unos leds diabólicos en toda la estructura durante “Simpathy for the devil” que sumió a toda la audiencia en un infierno del tamaño del Nacional. Ahora, todo el equipamiento ya va rumbo a Argentina a bordo de 20 camiones con sus respectivos acoplados.

El libreto de Mick Jagger

Cada vez menos acostumbrados a la comunicación con las celebridades del rock, el encanto y simpatía del frontman de los Stones tuvo varios momentos de amabilidad y genuino diálogo con los rollingas en un espléndido español. Quizás un guión de laboratorio muy bien paleado, pero parte de un show esperado por décadas. Jagger tiró la talla con un “Hola cabros”, “son un público la raja”, advirtió que su banda no se aprendió “la canción del Guatón Loyola porque era muy difícil”, que Ron Wood era “el modelo original del Pilucho (del Estadio Nacional)” y aseguró haber visitado la casa de Neruda, un café con piernas y haber adoptado 4 quiltros.




Los Rolling Stones a la pasarela

Una marca registrada de los recitales de la banda es la pasarela de 60 metros que recorre parte de la cancha y permite a Mick Jagger lucir sus pasos de baile (que el dramaturgo Ariel Dorfman describiera con admiración como “los de un simio andrógino“) y otros momentos del show. Desde la encendida “Tumbling Dice”, la comunión del vocalista con la masa alcanzaba momentos de éxtasis para todos más allá del Tongue Pit. La ubicación privilegiada de $575.000.



Canciones a pedido

Otro detalle del grupo en la previa del recital fue la invitación a los fanáticos a escoger una canción para agregar al setlist. De un total de 4 canciones propuestas:

a) Anybody seen my baby? (Bridges to Babylon, 1997)
b) She’s a rainbow (Their satanic majesties request, 1967)
c) She’s so cold (Emotional rescue, 1980)
d) Like a rolling stone, cover de Bob Dylan.

Los chilenos se inclinaron por una rareza. “She’s a rainbow”, no es una canción que interpreten a menudo, de hecho sonó en vivo por penúltima vez en vivo el año 1998. En la interpretación de anoche, el tecladista Charles Leavell (ex miembro de The Allman Brothers) se lució sin extrañarse para nada la sección de cuerdas de la canción original.

La prueba de fuego de la corista

Sasha Allen (33), la preciosa corista del tour estrenó anoche con elegancia y notas descollantes. A la par de otras piedras angulares que apoyan en vivo puntos clave como la sugerente “Brown Sugar” y la impresionante “Gimme Shelter”. Allen quien tiene experiencia en musicales de Broadway y apoyo vocal a gente como Christina Aguilera, Alicia Keys y David Bowie se lució sobre otras pobres performances como la que perpetró Lady Gaga y Jagger en el evento aniversario 50 de la banda.

“Gimme Shelter” el punto alto de la noche

Una pieza de contracultura y protesta contra el contexto de la Guerra de Vietnam fue uno de los clímax de la noche chilena de los Rolling Stones. “Gimme Shelter” del disco Let it bleed (1969) es considerada como la cima creativa de Jagger-Richards y su exigencia en vivo requiere coristas a tono. Allen, confiada y entregada al espectáculo y la histórica noche, terminó jugueteando sensual y brutal con la banda echándose al público a la cartera probablemente por lo que resta de gira.

El momento Keith Richards

Amigos de infancia, pero con vidas totalmente separadas en la vida cotidiana, Mick Jagger y Keith Richards, la otra mitad de “The Glimmer Twins” se dan en escena el mismo respiro luego de dejar las cosas en alto con “Honky Tonk Woman”. Ahí Richards saluda, se emociona y toma la guitarra acústica para interpretar folk y rock con denominación de origen: “You got the silver” y “Happy” también dan una justa vitrina a Ron Wood, mientras Jagger se esconde para no dar ninguna sombra al resto del elenco.

Jagger reinyectado en energía

Tras la pausa anterior, Jagger regresa poseído por el demonio y su armónica para “Midnight rambler” para poner las cosas en orden y seguir la fiesta. Como quien despierta a un oso en plena hibernación, llega más prendido que antes, soltado capas de ropa, mostrando las costillas, lustrando la tarima con sus mejores pasos. Volvió al escenario coronado por el gorro de Pablo Neruda que venden en el casa museo del poeta en Bellavista. paseo que él mismo cantante reconoció como uno de sus destinos en Santiago.

Los niños cantores de Jagger

El coro de la Universidad de Chile también formó parte de un regalo para los fans al cierre con la interpretación en vivo de la hermosa “You cant always get what you want”. Otra performance que no suele sonar así en anteriores recitales de los Rolling Stones. El momento emotivo, decorando ambos extremos del escenario previo al esperado “(I can’t get no) Satisfaction” comenzaba a despedir la épica jornada para partir ya a Argentina con plena satisfacción. En Argentina la gira continuará los días 7, 10 y 13 de febrero en el Estadio Único de La Plata.


AUTOR: La Nación
FUENTE: C. Salazar / D. Cornejo
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