Más de 24.000 personas murieron en 2016 mientras estaban en listas de espera de hospitales en todo el país. El desglose mostró que 22.459 fallecieron aguardando consulta con un especialista y 2.538 en una intervención quirúrgica, para totalizar 24.817 decesos.
Según publicó este sábado El Mercurio, las cifras están contenidas en un informe al Congreso de la Subsecretaría de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud, en el que da cuenta de la gestión de los 29 servicios de salud a lo largo de todo Chile.
De acuerdo a este reporte, la mayoría de los fallecidos corresponde a hombres, 13.058 (52,6%), mientras que por rango etario los mayores de 65 años sumaron 18.423 decesos (74,4%). Además, el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente concentró las muertes en lista de espera por consulta de especialista y el Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio, las de espera por intervención quirúrgica.
En todo caso, la subsecretaría indicó que “la relación entre la causa de muerte y el motivo de la espera no es posible establecerla como causalidad de manera directa, por lo que responsabilizar a la gestión de un servicio de salud por el volumen de fallecidos que posee en este ámbito resulta aún menos pertinente”.
Según publicó este sábado El Mercurio, las cifras están contenidas en un informe al Congreso de la Subsecretaría de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud, en el que da cuenta de la gestión de los 29 servicios de salud a lo largo de todo Chile.
De acuerdo a este reporte, la mayoría de los fallecidos corresponde a hombres, 13.058 (52,6%), mientras que por rango etario los mayores de 65 años sumaron 18.423 decesos (74,4%). Además, el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente concentró las muertes en lista de espera por consulta de especialista y el Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio, las de espera por intervención quirúrgica.
En todo caso, la subsecretaría indicó que “la relación entre la causa de muerte y el motivo de la espera no es posible establecerla como causalidad de manera directa, por lo que responsabilizar a la gestión de un servicio de salud por el volumen de fallecidos que posee en este ámbito resulta aún menos pertinente”.
