Sin embargo, debido a la presión pública y las evidentes inconsistencias en su declaración, la compañía debió confirmar la veracidad de la denuncia efectuada por la organización sin fines de lucro Centro Ecocéanos y reconoció que solo había capturado un 5% de estos peces carnívoros escapados, no dando cumplimiento al artículo 118 de la Ley General de Pesca y Acuicultura (LGPA).
Juan Carlos Cárdenas, director del Centro Ecocéanos, advirtió que “los ciudadanos, consumidores nacionales e internacionales, las comunidades costeras y pueblos originarios se encuentran frente al mayor montaje y fraude corporativo en la historia de la salmonicultura industrial en Chile, lo que genera un peligroso precedente institucional”.
Para la organización de medioambiente, Marine Harvest no sólo ha violado la Ley General de Pesca y Acuicultura en Chile, sino que “logró que el Estado modificara de manera arbitraria los plazos legales para la recuperación de los peces escapados. A su vez, aplicando dobles estándares en su accionar corporativo en Chile, ha abierto aristas vinculadas al pago de boletas por servicios ideológicamente falsas, lo que debería ser visto por el Servicio de Impuestos Internos (SII), y de corrupción de la pesca artesanal regional”.
Todo ello con el fin de encubrir un procedimiento de captura de miles de salmones Atlántico escapados que nunca existió. Hoy, la plaga de más de 800.000 salmones Atlántico se encuentran depredando la vulnerable biodiversidad marina nativa de la región de Los Lagos, aseguró Centro Ecocéanos.
La institución afirmó que entre el 5 de julio y 5 de septiembre pasado, Marine Harvest llamó públicamente a los pescadores artesanales de la región de Los Lagos a capturar salmones escapados de su centro de cultivo proponiéndole un pago de 7 mil pesos por ejemplar recuperado.
Con posterioridad, una semana antes de cumplirse el irregular plazo de 70 días para recuperar los salmones, la empresa estableció un acuerdo express con 70 pescadores artesanales locales, para que éstos declararan -previo pago de $400 mil- el haber capturado “espontáneamente” una cifra indeterminada de salmones escapados, lo que le permitiría “cumplir” con la LGPA, agregó.
Con ambas acciones, según Centro Ecocéanos, Marine Harvest incentivó y violó la Ley General de Pesca y Acuicultura, la cual prohíbe la captura de salmones escapados en aguas chilenas.