El escritor nacional Alberto Rojas, popular autor de la serie de novelas juveniles “Leyendas de Kalomaar”, una reversión adolescente de heroínas piratas, dice que no hace mucho la simple pregunta de un niño lo enfrentó a la más inmisericorde apreciación del estado de las cosas en materia literaria.
“Me pasó a fines del 2014 cuando estaba en el stand de Ediciones B en la Feria Juvenil del Libro de Parque Bustamante. Se me acercó un chico de unos 12 años y me preguntó: “¿Cuál es tu saga?”. O sea, si como escritor no llegas vestido o equipado con una saga los jóvenes de hoy no te van a tomar muy en serio”, cree el autor quien es periodista y Magíster en Ciencias Políticas, pero que lleva adelante su propia diplomacia con una audiencia inflexible.
“Hoy los lectores juveniles se han vuelto lectores bastante exigentes en términos de tramas, personajes y temáticas precisamente porque están expuestos a una serie de estímulos que antes no había. Además tienen una tremenda oportunidad de decidir sobre esos estímulos. En los 80’… ¿qué tenía uno?: un par de canales en la tele y con suerte un videoclub. Hoy las plataformas son innumerables desde el cine, TV, internet, los videojuegos, las redes sociales y en todos puedes expresarte”, dice sobre este nuevo campo de enfrentamiento, donde el peor castigo es quedar relegado en el velador.
Rojas nota que aún hay autores que creen que los jóvenes son lectores con poca trayectoria y poca exigencia, un error a su juicio. “De hecho es un gran desafío escribir para ellos porque si por un lado tienes ángulos como la fantasía o la aventura, hay una gran cantidad de obras hiperrealistas como las de John Green, con tramas muy cercanas como enfermedades terminales comparadas con grandes quiebres sentimentales y otras emociones que enganchan con los cabros y que te exigen conectar con temas muy cercanos entre sí: el concepto fundamental de la adolescencia, cosas como la rebeldía, la búsqueda de la identidad o los ideales”, sostiene.
Cita el caso de “Los Juegos del Hambre” que versiona en un sentido de aventura temas filiales, de amistad y de opresión. Los grandes temas de la ciudadanía sub 20 que se ven exponencialmente explotados en series literarias distópicas y cinematográficas hoy en día como “La Quinta Ola” de Rick Yancey, “Maze Runner” de James Dashner o la serie “Divergente” de Veronica Roth.
“Estos modelos se desprenden de los Harry Potter y los Crepúsculo, por ejemplo. Las editoriales se han ido adecuando a lectores ávidos, con un hambre de leer inédita. Claro que hay un factor comercial detrás de todo esto y prolongas una aventura en 5 o 6 tomos, pero va más allá de eso. Imagínate que en un verano un joven puede devorar 5 de estos libros de 500 páginas. Hablamos de 2 mil o 3 mil páginas como si nada… ¡y aún quedan con ganas de leer más¡”, dice sorprendido.
-Qué echas de menos de la lectura de infancia?
-Mi infancia transcurrió en los 70, pero más tarde, los 80, estuvieron marcados por una gran escasez de libros de fantasía, horror y ciencia ficción. Una monotonía que era quebrada sólo por los clásicos de Bradbury, Asimov, Clark o Tolkien y no mucha variedad. Lo que si había mucho y sigue vigente es la aventura de Verne, Salgari, London o Conan Doyle. Ese tipo de cosas siguen en librerías, pero en la parte de más atrás. Puedes hacer el paralelo con lo que sucede con una gran película de los años 50 por ejemplo, por muy aventurera o premiada que sea si se la pones a un joven del 2016 va a ser algo súper distinto de ver, queras o no. Un libro de entonces también tiene un ritmo de descripción completamente distinto de lo que estamos viendo en las novelas de ficción de hoy, en la TV, en internet, por ejemplo.
-¿Cuál es el error de quienes tratan de hacer leer a los jóvenes hoy?
– Se dice que los jóvenes ya no leen, pero ya está comprobado que eso no es cierto. El entusiasmo que despiertan en ellos esta clase de libros van creando comunidad y expectación a medida que van saliendo. Fácilmente ahora una persona puede conseguir de una sola vez los 7 libros de Harry Potter, pero antes era un evento social la espera por un nuevo tomo.
Por otro lado tenemos la impresión de que los que no están leyendo son quienes crean los planes de lectura, es decir los colegios o los recomendados del papá. Sería algo muy bueno que hacerse cargo de las cosas que leen los jóvenes e incorporar “Los juegos del hambre” o “Harry Potter” a esos planes de lectura, pero combinándolo con cosas importantes como “El Quijote”, García Márquez o Tolstoi, con chilenos de la talla de Manuel Rojas, Donoso o Coloane… hacer un mix. Porque al final estás aportando al paladar literario de los jóvenes para que puedan decir con conocimiento me gusto o no me gustó “100 Años de Soledad”. Exponerse a autores clásicos les dará la posibilidad de tomar contacto con nuevos autores, géneros y desarrollar un punto de vista, una opinión. Uno no puede comer hamburguesas todos los días, por mucho que te gusten, también hay que alimentar al cuerpo con legumbres y verduras que son mucho más útiles para el cuerpo.
Los recomendados de Rojas
Rojas acaba de publicar “La Venganza de la Reina” (Ediciones B) para retomar las aventuras de la pirata Tramey y la tripulación del Tormenta de Fuego para ir en ayuda de la reina Tardish y en busca de un misterioso cofre en un camino lleno de peligros. Los fans de la saga podrán sumar a la emoción, nuevos detalles sobre la biografía de la protagonista y un entorno de fantasía absorbente.
Permeado de esa ficción y con los pies felizmente a varios centrímetros del suelo valora que los lectores de hoy tengan feedback directo con autores que no llevan más de un siglo muertos. Es decir, el focus group, la crítica y las opiniones están al alcance del smartphone para el autor.
Por ejemplo, el fan club oficial de las chicas en literatura. Un fenónemo reciente, pero nada extraño, cree el autor de la pirata Tramey. “Me parece que eso es reflejo del mundo en que vivimos. las mujeres tienen un rol cada vez mayor en el ámbito de la sociedad, la ciencia, el deporte o la política. Es evidente que hay un girl power creciente a nivel mundial y no es accidental que Katniss Everdeen y otras heroínas de la literatura hayan dejado de lado el rol pasivo de la damisela en apuros para ser una mujer que toma decisiones y que es en función de ellas transcurre la obra completa. No creo que sea algo extraño, sino algo instalado que no debe llamar a la sorpresa”, cree Alberto Rojas.
-¿Qué autores recomiendas a tus mismos lectores?
-A nivel nacional lo que hace Jorge Luis Flores con su saga fantástica “El mago del desierto” o Camila Valenzuela con “Zahorí” son cosas muy relevantes. También la pausa que hizo Francisco Ortega con “Logia” y “El Verbo Kaifmann” para publicar “Max Urdemales” demuestra que el interés de muchos autores en ese ámbito y de algún modo enriquece el catálogo a nivel nacional. En fantasía, lo que mejor me suena es León de Montecristo y Catalina Salem, entre otras cosas que refrescan la oferta literaria chilena. Por ahí va algo súper dinamico.
AUTOR: La Nación
FUENTE: Carlos Salazar