La semana pasada se produjo un escándalo en la Tercera A del fútbol chileno. El duelo que disputaban Colchagua y Rancagua Sur tuvo que ser suspendido después de que se iniciara una batalla campal sobre el final del cotejo.
En la ocasión, los jugadores de ambos equipos se trenzaron en una pelea y luego los hinchas saltaron al campo y atacaron a los futbolistas de Rancagua Sur.
Por eso, la Asociación Nacional de Fútbol Amateur (ANFA) decidió tomar una drástica determinación y suspendió a ambos clubes por un año y medio, por lo que recién podrán volver a jugar en el torneo que se inicia en 2024.
Los antecedentes rápidamente recopilados por los organizadores del certamen y fueron presentados a la Comisión de Ética y Disciplina, órgano que investigó raudamente el caso y resolvió el castigo, de acuerdo al Artículo 256 del Reglamento de la ANFA.