Grandes firmas financieras de Estados Unidos están ayudando a la destrucción del medioambiente y a promover abusos contra los pueblos indígenas de la Amazonía al invertir miles de millones de dólares en compañías cuestionadas, según un informe publicado este martes.
BlackRock, Citigroup, JPMorgan Chase, Vanguard, Bank of América y Dimensional Fund Advisors han invertido más de 18.000 millones de dólares en los últimos tres años en empresas mineras, agroindustriales y energéticas involucradas en una “serie de abusos” en la mayor selva tropical del mundo, según el informe realizado por la organización ambiental Amazon Watch y la asociación Pueblos Indígenas de Brasil (APIB).
“Grandes empresas del sector financiero (…) están usando el dinero de sus clientes para permitir acciones hediondas de empresas vinculadas a violaciones de los derechos de los indígenas y a la devastación de la selva amazónica”, dijo el director de programas de Amazon Watch, Christian Poirier.
“Esta complicidad del sector financiero con la destrucción contradice los compromisos con el clima y los derechos humanos proclamados por algunas de esas empresas, expone a sus inversores a grandes riesgos y contribuye de forma dramática con las recientes crisis globales de la biodiversidad y del clima”, agregó en un comunicado.
El documento investigó las inversiones de esas firmas estadounidenses en nueve compañías brasileñas y multinacionales señaladas de cometer abusos en la Amazonía, entre ellas las mineras Vale y Anglo American, las agroindustriales Cargill y JBS, y la energética Electronorte.
La pesquisa acusa a las empresas de prácticas nocivas, como expropiación de tierras, violencia contra los grupos indígenas, deforestación ilegal y uso de pesticidas dañinos.
A JBS, la mayor cárnica del mundo, le endilga haber obtenido ganado de haciendas que invaden las reservas indígenas Uru-Eu-Wau-Wau y Kayabi en la Amazonía brasileña.
La gigante minera Vale, en tanto, enfrenta acusaciones de contaminar agua e incumplir su compromiso de mitigar el impacto de su actividad en tierras indígenas, según el documento.
Los conflictos por la tierra alimentan la violencia contra los indígenas de la Amazonía, que incluye un incremento de 135% en el número de invasiones de territorios el año pasado y el asesinato de siete líderes, afirma.
Varias de las compañías mencionadas negaron las acusaciones.
Firmas como Vale, Cargill y JBS presentaron pruebas que, aseguraron, contradicen las conclusiones del informe.
Las financieras inversoras también negaron irregularidades.
“La deforestación y los derechos indígenas son cuestiones críticas que además conllevan riesgos para el retorno de las inversiones. Nos relacionamos con las empresas en estos y otros riesgos ASG (ambientales, sociales y de gobernanza), y cuando no se gestionan de forma adecuada o el progreso no es suficiente, (como accionistas) tomamos medidas de voto en contra de ese manejo”, dijo un portavoz de BlackRock.