La Presidenta Michelle Bachelet firmó este lunes el proyecto de Ley de Migraciones, que moderniza la normativa existente en esta materia desde el año 1975. La ceremonia se realizó en el Salón Montt Varas de La Moneda, con los ministros Mario Fernández (Interior), Heraldo Muñoz (RREE), Rodrigo Valdés (Hacienda) y Jaime Campos (Justicia).
Entre las medidas anunciadas por la Mandataria, está la creación de un Registro Nacional de Extranjeros que será administrado por la subsecretaría de interior y es uno de los aspectos centrales de la ley. “Un primer paso es transparentar la verdadera magnitud de la migración en Chile”, señaló Bachelet.
El proyecto de ley de migraciones se basa en cuatro ejes: un sistema de principios, derechos y deberes; la regulación de ingreso, salida y las categorías migratorias; un procedimiento administrativo sancionatorio, y un sistema nacional de política migratoria.
“Es un proyecto que promueve la inmigración segura y que busca evitar que las personas sean víctimas de redes de tráfico o de trata”, explicó la Presidenta.
Bachelet aseguró que “la única forma de dar un marco que garantice el correcto encauzamiento de la migración, es contar con reglas claras. Queremos dejar atrás la migración irregular, porque es la puerta de entrada al abuso, de todo tipo, de chilenos y de extranjeros. Es la causa de la vulneración de derechos y la precariedad en muchos sectores laborales. Creemos que se puede equilibrar la exigencia del cumplimiento de los deberes con el reconocimiento de derechos de los migrantes”.
En ese sentido, el proyecto establece un catálogo de causales de prohibición de ingreso a nuestro territorio, como por ejemplo contar con documentos falsos o adulterados, tener vigente una prohibición de ingreso, haber sido condenados, tener juicios pendientes o estar prófugos por asociación ilícita, terrorismo, tráfico ilícito de drogas o armas, lavado de activos o trata de personas, entre otros.
En caso de infracciones graves, se instituyen causales que facultarán decretar la expulsión del territorio nacional, como infringir la prohibición de ingreso, presentar declaraciones o documentos falsos, realizar actividades remuneradas como turista sin permiso, entre otros.
Igualmente, propone una nueva regulación de los permisos de ingreso al país, con lo que quienes lleguen a nuestro territorio deberán solicitar permiso de acuerdo al motivo del viaje, ya sea como turista, visitante, de residencia temporal y cuando se cumplan los requisitos podrán optar al de residencia definitiva.
También protege especialmente la situación de los niños y niñas que llegan a nuestro territorio, independiente de la situación de sus padres.
Además, creará el Comité de Política Migratoria, integrado por los ministros del Interior, quien lo presidirá, Relaciones Exteriores, Hacienda y Justicia, pudiendo invitar, en las materias pertinentes a otros ministerios.
Este comité adoptará la Política Nacional Migratoria, que será coordinada y ejecutada por el Ministerio del Interior. Asimismo, el ministerio de Relaciones Exteriores ejercerá el rol de Autoridad Migratoria en el Exterior.
La mandataria destacó que “nuestra propuesta da origen a una legislación flexible, ágil, capaz de adaptarse en el tiempo a una realidad cambiante. En este sentido, no necesitamos una burocracia pesada; lo que necesitamos son mecanismos eficaces de coordinación”.
Finalmente, la Presidenta Bachelet señaló que “confío en el criterio de nuestros parlamentarios y parlamentarias. Confío también en que los candidatos a un cargo de representación popular no harán de la retórica del odio un elemento de campaña. Creo que es tiempo de actuar con solidaridad e inteligencia”.
Entre las medidas anunciadas por la Mandataria, está la creación de un Registro Nacional de Extranjeros que será administrado por la subsecretaría de interior y es uno de los aspectos centrales de la ley. “Un primer paso es transparentar la verdadera magnitud de la migración en Chile”, señaló Bachelet.
El proyecto de ley de migraciones se basa en cuatro ejes: un sistema de principios, derechos y deberes; la regulación de ingreso, salida y las categorías migratorias; un procedimiento administrativo sancionatorio, y un sistema nacional de política migratoria.
“Es un proyecto que promueve la inmigración segura y que busca evitar que las personas sean víctimas de redes de tráfico o de trata”, explicó la Presidenta.
Bachelet aseguró que “la única forma de dar un marco que garantice el correcto encauzamiento de la migración, es contar con reglas claras. Queremos dejar atrás la migración irregular, porque es la puerta de entrada al abuso, de todo tipo, de chilenos y de extranjeros. Es la causa de la vulneración de derechos y la precariedad en muchos sectores laborales. Creemos que se puede equilibrar la exigencia del cumplimiento de los deberes con el reconocimiento de derechos de los migrantes”.
En ese sentido, el proyecto establece un catálogo de causales de prohibición de ingreso a nuestro territorio, como por ejemplo contar con documentos falsos o adulterados, tener vigente una prohibición de ingreso, haber sido condenados, tener juicios pendientes o estar prófugos por asociación ilícita, terrorismo, tráfico ilícito de drogas o armas, lavado de activos o trata de personas, entre otros.
En caso de infracciones graves, se instituyen causales que facultarán decretar la expulsión del territorio nacional, como infringir la prohibición de ingreso, presentar declaraciones o documentos falsos, realizar actividades remuneradas como turista sin permiso, entre otros.
Igualmente, propone una nueva regulación de los permisos de ingreso al país, con lo que quienes lleguen a nuestro territorio deberán solicitar permiso de acuerdo al motivo del viaje, ya sea como turista, visitante, de residencia temporal y cuando se cumplan los requisitos podrán optar al de residencia definitiva.
También protege especialmente la situación de los niños y niñas que llegan a nuestro territorio, independiente de la situación de sus padres.
Además, creará el Comité de Política Migratoria, integrado por los ministros del Interior, quien lo presidirá, Relaciones Exteriores, Hacienda y Justicia, pudiendo invitar, en las materias pertinentes a otros ministerios.
Este comité adoptará la Política Nacional Migratoria, que será coordinada y ejecutada por el Ministerio del Interior. Asimismo, el ministerio de Relaciones Exteriores ejercerá el rol de Autoridad Migratoria en el Exterior.
La mandataria destacó que “nuestra propuesta da origen a una legislación flexible, ágil, capaz de adaptarse en el tiempo a una realidad cambiante. En este sentido, no necesitamos una burocracia pesada; lo que necesitamos son mecanismos eficaces de coordinación”.
Finalmente, la Presidenta Bachelet señaló que “confío en el criterio de nuestros parlamentarios y parlamentarias. Confío también en que los candidatos a un cargo de representación popular no harán de la retórica del odio un elemento de campaña. Creo que es tiempo de actuar con solidaridad e inteligencia”.