“¿Por qué tú, que eres blanco, puedes practicar la minería en tu tierra y los indígenas no?”, dijo el mandatario de ultraderecha a periodistas a la salida de su residencia oficial en Brasilia, sin precisar cuándo presentará el articulado ante el Congreso.
La apertura económica de las reservas indígenas ha sido una promesa de campaña del gobernante que, según representantes de los pueblos originarios y oenegés, explica el incremento de la violencia y la presión de mineros y madereros sobre esas zonas.
Bolsonaro defendió igualmente la expansión de la cría de ganado y de los cultivos de soja y maíz. “El precio de la carne subió. Tenemos que criar más ganado aquí, ellos (los indígenas) pueden criar más ganado”, afirmó, consultado sobre qué otros temas podrían ser abordados en el proyecto.
La gran crítica que se le hace al mandatario es que ve las campañas de preservación de la Amazonía como una amenaza para la soberanía nacional y las atribuye a las intenciones de otros países de apoderarse tarde o temprano de esas riquezas. Este jueves reiteró que sus críticos defienden los intereses “de otros pueblos”.
El ministro brasileño de Medio Ambiente, Ricardo Salles, acusó a “los países ricos” del fracaso de la COP25 realizada este mes en Madrid y en su Twitter posteó una foto de un enorme corte de carne cocido con la leyenda: “Para compensar nuestras emisiones en la COP, un almuerzo veggie!”.