Con una breve conferencia de prensa el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés, selló su salida del gobierno, marcado por un duro desencuentro con la presidenta Michelle Bachelet, luego del rechazo al proyecto minero Dominga.
Para los analistas políticos, el gesto presidencial fue una desautorización a su gabinete económico, incluyendo al titular de Economía, Luis Céspedes.
“Presenté mi renuncia a su excelencia de la República y ella la ha aceptado. Agradezco la confianza de la Presidenta Bachelet que depositó en mí, de liderar el proyecto de hacer de Chile un mejor país”, dijo Valdés al inicio de su declaración.
“Una serie de consideraciones me impiden que pueda continuar cumpliendo mi rol como ministro de Hacienda. Las razones específicas quedan en el seno de las conversaciones que he sostenido con la Presidenta“, agregó.
“Al sumir me impuse dos tareas prioritarias: atender la desaceleración de nuestra economía, recuperando el crecimiento y asegurar una conducción fiscal responsable, que confío se mantendrá en el rumbo correcto (…) Un mayor crecimiento requiere disciplina y convicción del gobierno y abrir espacios para que el sector privado pueda desplegar sus iniciativas con reglas claras, pero creo que no logré todos compartieran esta convicción“, lamentó el ahora exministro.
Uno de ellos fue el presidente del Partido Por la Democracia Jorge Navarrete, quien dijo que “será usada por la derecha para decir: ‘Ven, nosotros somos crecimiento, la centroizquierda no es crecimiento’, cuando el problema es más profundo que eso”.
Para los analistas políticos, el gesto presidencial fue una desautorización a su gabinete económico, incluyendo al titular de Economía, Luis Céspedes.
“Presenté mi renuncia a su excelencia de la República y ella la ha aceptado. Agradezco la confianza de la Presidenta Bachelet que depositó en mí, de liderar el proyecto de hacer de Chile un mejor país”, dijo Valdés al inicio de su declaración.
“Una serie de consideraciones me impiden que pueda continuar cumpliendo mi rol como ministro de Hacienda. Las razones específicas quedan en el seno de las conversaciones que he sostenido con la Presidenta“, agregó.
“Al sumir me impuse dos tareas prioritarias: atender la desaceleración de nuestra economía, recuperando el crecimiento y asegurar una conducción fiscal responsable, que confío se mantendrá en el rumbo correcto (…) Un mayor crecimiento requiere disciplina y convicción del gobierno y abrir espacios para que el sector privado pueda desplegar sus iniciativas con reglas claras, pero creo que no logré todos compartieran esta convicción“, lamentó el ahora exministro.
Advertencias oficialistas
El cambio en el gabinete económico del gobierno se da a solo dos meses de la elección presidencial y desde la Nueva Mayoría ya habían advertido sobre los daños que provocaría la salida de Valdés en este período.Uno de ellos fue el presidente del Partido Por la Democracia Jorge Navarrete, quien dijo que “será usada por la derecha para decir: ‘Ven, nosotros somos crecimiento, la centroizquierda no es crecimiento’, cuando el problema es más profundo que eso”.