Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de piel es el tercero más común en Chile y el que mayor tasa de crecimiento tiene con un nivel de ocurrencia de 20 a 25 casos por cada 100.000 habitantes.
La Corporación Nacional del Cáncer (Conac) comenzó un llamado activo a la prevención del cáncer de piel mediante una actitud responsable, incentivando a las personas a ser conscientes del impacto de la radiación UV sobre su piel, disfrutando del sol con precaución.
“La exposición al sol, aunque sea mínima, es algo inevitable, por eso lo importante no es andar con temor, sino saber cómo cuidarnos e incorporar las precauciones básicas a nuestra rutina diaria”, explica Rodrigo Loubies, dermatólogo y médico asesor de la organización.
En este contexto, es clave que las personas se observen, para detectar cambios o la aparición de lunares que podrían ser peligrosos, dice aconsejando a las mamás a mirar frecuentemente a sus hijos, su pareja y a sí mismas. Al respecto entrega estas reglas sobre el cuidado y buen uso del protector solar:
► Estar alerta a las condiciones de la piel y los cambios en ella auto examinándose regularmente.
► Protegerse sabiendo utilizar correctamente el factor de protección solar (FPS) y otros implementos.
► Entender la importancia de consultar al dermatólogo ante cualquier señal extraña.
► Evitar exponerse al sol en las horas de máxima radiación (es decir, entre las 10 y las 16 hrs).
► Cubrir las zonas sensibles con ropa adecuada y sombreros, y preferir colores oscuros.
► Preferir siempre la sombra y utilizar sombrillas o mallas de protección.
► Usar anteojos de sol oscuros, con protección UV.
► Evitar exponerse al sol con la piel húmeda.
► Usar protector solar a diario y todo el año, incluso en los días nublados.
¿Lunares sospechosos?
Conac también entrega estas claves para saber cómo revisar la piel y los lunares que puedan ser señal de un melanoma.
En primer lugar se recomienda examinar el frente y dorso del cuerpo en un espejo. Luego los costados con los brazos levantados. Flexionar los codos y observar antebrazos, axilas y palmas de las manos.
Observar también la parte posterior de las piernas y los pies, además de los espacios entre los dedos.
Examinar la parte posterior del cuello y cuero cabelludo con un espejo, separando el pelo y controlar la espalda y nalgas con un espejo de cuerpo completo y otro de mano.
Si hay lunares sospechosos, se aconseja estar atentos a las siguientes características que son descritas como ABCDE para una mejor recordación: Un lunar asimétrico en el que una mitad de él no coincide con la otra. El borde si es que el contorno del lunar es irregular.
► El color del lunar cuando no es un pigmento uniforme.
► El diámetro cuando el ancho es mayor que el borrador de un lápiz.
► La evolución ante cambios como crecimiento, engrosamiento o picazón.
AUTOR: La Nación
FUENTE: Carlos Salazar
