El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, expresó este domingo diversas críticas al Presidente de Bolivia, Evo Morales, haciendo ver los constantes cambios de opinión que ha tenido respecto a Chile.
En una carta enviada a El Mercurio, el canciller señala que el Mandatario del país vecino “muestra en estos días una vez más la metamorfosis en su postura hacia Chile. Ahora preferiría ignorar la dimensión judicial en que instaló los nexos entre La Paz y Santiago: ofrece pasar por alto lo que él mismo generó -la demanda contra Chile en La Haya- e iniciar un diálogo directo como si aquella no existiese. (…) ¿Cuál será al final su verdadera posición?”.
Posteriormente, Ampuero hace énfasis en que esta situación no es nueva, pues “A lo largo del juicio sobre la supuesta obligación de negociar entre Bolivia y Chile una salida soberana al Pacífico, Bolivia ha presentado diversas tesis y objetivos. Ha señalado, por ejemplo, que pide un acceso soberano al océano Pacífico… Posteriormente, que en verdad aspira solo a una negociación. Más tarde afirma que lo que busca es simplemente abrir un proceso de diálogo entre ambos países”.
De hecho, el secretario de Estado rememoró que Bolivia “ha interrumpido rompiendo en dos oportunidades las relaciones diplomáticas y retirándose a menudo de tratativas sobre asuntos de cooperación bilateral, los que Chile siempre exige que sean bajo el amparo y el marco irrestricto del Tratado de 1904 (…) un criterio esencial para intentar dilucidar cuál es la posición definitiva de Evo Morales ante Chile lo brinda el caudal de promesas que ha hecho el Mandatario a su propio pueblo sobre la materia“.
Más tarde, y refiriéndose a las próximas elecciones presidenciales en el país altiplánico, vínculo recientes promesas de Morales respecto a la soberanía marítima, con lo que precisamente pueda pasar en dicha ocasión.
“(…) Es indudable que con una elección presidencial ad portas, las actuales autoridades bolivianas intentarán mostrarse triunfantes, incluso ante un desenlace que no cumpla con las expectativas que le ofrecieron a su pueblo. El resultado que sea tratarán de presentarlo como una victoria. El gobierno de La Paz recurrirá a esto por una razón simple: no hay ninguna posibilidad de que pueda cumplir ante la ciudadanía la promesa de que Chile entregue soberanía. Por lo demás, eso no está en cuestión en La Haya”, concluyó.
En una carta enviada a El Mercurio, el canciller señala que el Mandatario del país vecino “muestra en estos días una vez más la metamorfosis en su postura hacia Chile. Ahora preferiría ignorar la dimensión judicial en que instaló los nexos entre La Paz y Santiago: ofrece pasar por alto lo que él mismo generó -la demanda contra Chile en La Haya- e iniciar un diálogo directo como si aquella no existiese. (…) ¿Cuál será al final su verdadera posición?”.
Posteriormente, Ampuero hace énfasis en que esta situación no es nueva, pues “A lo largo del juicio sobre la supuesta obligación de negociar entre Bolivia y Chile una salida soberana al Pacífico, Bolivia ha presentado diversas tesis y objetivos. Ha señalado, por ejemplo, que pide un acceso soberano al océano Pacífico… Posteriormente, que en verdad aspira solo a una negociación. Más tarde afirma que lo que busca es simplemente abrir un proceso de diálogo entre ambos países”.
De hecho, el secretario de Estado rememoró que Bolivia “ha interrumpido rompiendo en dos oportunidades las relaciones diplomáticas y retirándose a menudo de tratativas sobre asuntos de cooperación bilateral, los que Chile siempre exige que sean bajo el amparo y el marco irrestricto del Tratado de 1904 (…) un criterio esencial para intentar dilucidar cuál es la posición definitiva de Evo Morales ante Chile lo brinda el caudal de promesas que ha hecho el Mandatario a su propio pueblo sobre la materia“.
Más tarde, y refiriéndose a las próximas elecciones presidenciales en el país altiplánico, vínculo recientes promesas de Morales respecto a la soberanía marítima, con lo que precisamente pueda pasar en dicha ocasión.
“(…) Es indudable que con una elección presidencial ad portas, las actuales autoridades bolivianas intentarán mostrarse triunfantes, incluso ante un desenlace que no cumpla con las expectativas que le ofrecieron a su pueblo. El resultado que sea tratarán de presentarlo como una victoria. El gobierno de La Paz recurrirá a esto por una razón simple: no hay ninguna posibilidad de que pueda cumplir ante la ciudadanía la promesa de que Chile entregue soberanía. Por lo demás, eso no está en cuestión en La Haya”, concluyó.