Efectivos del OS7 de Carabineros encabezaron un operativo simultáneo que permitió detención de toda una organización criminal transnacional dedicada al tráfico de drogas en la Región Metropolitana.

La agrupación criminal tenía como su principal punto de venta el Barrio Franklin, en la comuna de Santiago. Operaban en el pasillo 16 del Persa Biobío, sector donde se han registrado como homicidios y otros delitos relacionados a la utilización de armas de fuego.

Mediante la denominada “Operación Cali”, personal antidrogas del OS7 junto a personal del GOPE, Sección Dron y COP allanaron de manera simultánea siete domicilios particulares y tres locales del persa. El procedimiento permitió la detención de seis ciudadanos de nacionalidad colombiana, de los cuales cinco tenían situación migratoria irregular. Se dividen en cuatro hombres y dos mujeres.

Según determinó la indagatoria, la banda ingresaba marihuana del tipo “creepy” desde Cali para posteriormente distribuirla y comercializarla en la capital. Además, también estaba relacionada con la otro tipo de estupefacientes, como éxtasis y LSD.

En detalle, el personal policial incautó 385 kilos, 540 gramos y 200 milígramos de marihuana; 5.520 comprimidos de Clonazepam; 1.205 dosis de LSD; 308 pastillas de MDMA y otras 70 pastillas tipo éxtasis con una sustancia no determinada; 209 ampollas de efhedrina; 107 ampollas de fentanillo; y 106 catridge de aceite de hachis.

A ello se suman 64 gramos de clorhidrato de cocaína; 85 gramos de pasta base de cocaína: 72 gramos 600 miligramos de ketamina; cinco frascos de vidrio contenedores de brolamfetamina DOB; y 424 masticables de una sustancia no determinada.

El director Nacional de Orden y Seguridad, general Marcelo Araya, informó que en total se recuperaron 386 kilos de distintos tipos de drogas, avaluados aproximadamente en 4.600 millones de pesos

Araya afirmó que la diligencia “da cuenta de los nexos y coordinaciones a nivel internacional que tiene Carabineros, y que deben tener todas las policías”, además de ratificar “el compromiso de continuar previniendo y sumando los esfuerzos de nuestros equipos investigativos, para sacar de circulación estas organizaciones que hacen daño a nuestra sociedad”.

Mientras que el fiscal jefe de Análisis Criminal y Crimen Organizado Oriente, Miguel Ángel Orellana, advirtió que la comercialización de droga en sectores patrimoniales como el Barrio Franklin “genera un proceso paulatino de inseguridad, asociada a la violencia vinculada con este comercio”.

Y explicó que “en países desarrollados desde el punto de vista financiero como Chile se hace muy sencillo realizar actividades lucrativas como el tráfico de drogas, y que el dinero salga de una manera muy fácil de la frontera de manera virtual, transformando a nuestro país en un lugar interesante desde el punto de vista de este comercio”.

Además, el persecutor acusó que “la riqueza que genera este tipo de delitos produce pugnas por el territorio, pugnas por el control, y en definitiva violencia”.

Orellana apuntó a que la organización se escondía en “fachadas tales como, por ejemplo, locales de venta de ropa de algodón, en la mitad del persa Biobío, donde la mayoría de las personas concurre en familia”.

Finalmente, la ministra del Interior, Izkia Siches, destacó que “nuestras policías y el Ministerio Público están trabajando activamente para desbaratar las bandas que operan en nuestro país, y en específico al narcotráfico y al poder de fuego que tienen”.

La secretaria de Estado afirmó que se trató de “una operación impecable, que permite sacar de circulación estas drogas, pero también desbaratar una banda que operaba, relacionada con alto poder de fuego y distintos ilícitos alrededor de un barrio patrimonial y emblemático de la Región Metropolitana”.