El presidente de Azul Azul, Carlos Heller, habló sobre sus sensaciones luego de un nuevo campeonato para Universidad de Chile, y destacó la labor realizada con el plantel por el técnico Guillermo Hoyos.
“Nunca dudé de su capacidad. El miedo que tenía era que la presión lo matara. Porque en el fondo, tanto los hinchas como la prensa, presionan mucho, pero me di cuenta que Hoyos era una persona distinta para tomar los comentarios que vienen de afuera. Tenía fe en que pudiera revertir esto, porque habíamos notado de afuera el cambio, independiente del resultado. Era una apuesta difícil, pero tenía fe en sus capacidades, y en como manejaba el grupo, en lo humano”, afirmó en diálogo con La Tercera.
“Después de haber estado en Argentina en diciembre, buscando y entrevistando mucha gente, nos fuimos por el lado emocional, aparte de sus conocimientos futbolísticos. Me incliné por el lado humano de la persona. Traje la propuesta al directorio y creo que nos ha dado los resultados. Estoy muy contento con la elección. Si tú me dabas en enero subirme al podio, decía que era muy bueno, por lo mal que veníamos”, añadió el mandamás.
Por otra parte, el timonel de la concesionaria que maneja al elenco estudiantil hizo un balance sobre la primera parte del año, y destacó la llegada de algunos personeros al club, que para su juicio incidieron en el buen momento actual.
“El balance es positivo por haber conseguido la estrella 18. Fue un semestre que partió medio turbulento, pero con trabajo y humildad logramos revertir. En un minuto, cuando estábamos en el peor de los momentos, que es donde se te viene todo encima y aprovechan de pisotearte, hice una retirada para pensar y analizar cómo podíamos sacar esto adelante. Creo que nos hizo bien la llegada de Pablo Silva, de Ronald Fuentes, y de habernos decididos por Guillermo Hoyos”, comentó Heller.
“Uno siempre se imagina (campeón) cuando tiene pasión y cariño por la institución. En algún minuto, a mitad de campeonato, vi fotos de un álbum del Torneo 2014. Ahí pensé que podía repetirse. Me perdí el partido en Rancagua, por estar enfermo, pero cuando empató Antofagasta y terminó el partido de la U, me puse a llorar de emoción, de decir ‘esta presión que me estoy sacando es tan grande, ahora solo falta un pasito más’”, concluyó.
“Nunca dudé de su capacidad. El miedo que tenía era que la presión lo matara. Porque en el fondo, tanto los hinchas como la prensa, presionan mucho, pero me di cuenta que Hoyos era una persona distinta para tomar los comentarios que vienen de afuera. Tenía fe en que pudiera revertir esto, porque habíamos notado de afuera el cambio, independiente del resultado. Era una apuesta difícil, pero tenía fe en sus capacidades, y en como manejaba el grupo, en lo humano”, afirmó en diálogo con La Tercera.
“Después de haber estado en Argentina en diciembre, buscando y entrevistando mucha gente, nos fuimos por el lado emocional, aparte de sus conocimientos futbolísticos. Me incliné por el lado humano de la persona. Traje la propuesta al directorio y creo que nos ha dado los resultados. Estoy muy contento con la elección. Si tú me dabas en enero subirme al podio, decía que era muy bueno, por lo mal que veníamos”, añadió el mandamás.
Por otra parte, el timonel de la concesionaria que maneja al elenco estudiantil hizo un balance sobre la primera parte del año, y destacó la llegada de algunos personeros al club, que para su juicio incidieron en el buen momento actual.
“El balance es positivo por haber conseguido la estrella 18. Fue un semestre que partió medio turbulento, pero con trabajo y humildad logramos revertir. En un minuto, cuando estábamos en el peor de los momentos, que es donde se te viene todo encima y aprovechan de pisotearte, hice una retirada para pensar y analizar cómo podíamos sacar esto adelante. Creo que nos hizo bien la llegada de Pablo Silva, de Ronald Fuentes, y de habernos decididos por Guillermo Hoyos”, comentó Heller.
“Uno siempre se imagina (campeón) cuando tiene pasión y cariño por la institución. En algún minuto, a mitad de campeonato, vi fotos de un álbum del Torneo 2014. Ahí pensé que podía repetirse. Me perdí el partido en Rancagua, por estar enfermo, pero cuando empató Antofagasta y terminó el partido de la U, me puse a llorar de emoción, de decir ‘esta presión que me estoy sacando es tan grande, ahora solo falta un pasito más’”, concluyó.