El ministro en visita Mario Carroza procesará a Raúl Emilio Escobar Poblete, también conocido como Comandante Emilio, en calidad de autor de secuestro terrorista sobre Cristián Edwards del Río desde septiembre de 1991 hasta febrero de 1992.
En su resolución, Carroza decretó que sobre Poblete recaen “presunciones fundadas y suficientes para estimar que le ha correspondido participación en calidad de autor del delito”.
El exmiembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) habría participado directamente en el plagio del hijo del fallecido dueño de El Mercurio, Agustín Edwards Eastman.
El 9 de septiembre de 1991, Edwards del Río, salía de las dependencias del diario, donde oficiaba como gerente. Eran de las 21:30 horas cuando fue interceptado por un grupo de individuos, quienes lo amenazaron con armas de fuego.
Los autores del secuestro habían elaborado un minucioso plan para llevar a Edwards hasta un inmueble ubicado en la comuna de Macul, donde lo mantuvieron retenido por cerca de cinco meses.
Edwards estuvo encerrado en una cajuela de madera construida especialmente para ello en uno de los dormitorios, tiempo durante el cual fue custodiado de manera alternada por diversos celadores.
Finalmente fue liberado en febrero de 1992 tras el pago de una suma de dinero acordada entre los familiares y los secuestradores.
En su resolución, Carroza decretó que sobre Poblete recaen “presunciones fundadas y suficientes para estimar que le ha correspondido participación en calidad de autor del delito”.
El exmiembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) habría participado directamente en el plagio del hijo del fallecido dueño de El Mercurio, Agustín Edwards Eastman.
El 9 de septiembre de 1991, Edwards del Río, salía de las dependencias del diario, donde oficiaba como gerente. Eran de las 21:30 horas cuando fue interceptado por un grupo de individuos, quienes lo amenazaron con armas de fuego.
Los autores del secuestro habían elaborado un minucioso plan para llevar a Edwards hasta un inmueble ubicado en la comuna de Macul, donde lo mantuvieron retenido por cerca de cinco meses.
Edwards estuvo encerrado en una cajuela de madera construida especialmente para ello en uno de los dormitorios, tiempo durante el cual fue custodiado de manera alternada por diversos celadores.
Finalmente fue liberado en febrero de 1992 tras el pago de una suma de dinero acordada entre los familiares y los secuestradores.
