Al menos 28 muertos y 61 heridos es el saldo de un atentado en Ankara, capital de Turquía, cuando un vehículo cargado de explosivos estalló cerca de autobuses militares que circulaban cerca del Parlamento y otros edificios del barrio gubernamental de Cankaya.
Las Fuerzas Armadas de Turquía acusaron que lo ocurrido es un acto de terrorismo, mientras el Gobierno prohibió temporalmente la transmisión de imágenes del lugar de los hechos y la difusión de información no oficial.
La explosión alcanzó a tres autobuses con militares que se trasladaban a un cuartel; la mayoría de las víctimas parecen ser militares.
En una amplia área podían verse densas columnas de humo y la explosión se escuchó en toda la ciudad, donde los residentes salían a los balcones de sus viviendas presos del pánico, constató un periodista de la agencia AFP.
El primer ministro, Ahmet Davutoglu, suspendió el vuelo que lo llevaría a Bruselas este mismo 17 de febrero para participar en una cumbre para tratar la crisis de los migrantes.
HIPÓTESIS
Los ataques con explosivos contra convoyes militares son una de las tácticas habituales del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), proscrito en Turquía.
Sin embargo, esta guerrilla suele actuar en el sureste de Turquía y sería la primera vez que lanza un ataque de este calibre en el corazón de la capital turca.
OTROS ATAQUES
Deutsche Welle recuerda además que esta explosión ocurre pocos meses después de un ataque perpetrado en Ankara y atribuido al autoproclamado Estado Islámico.
El 10 de octubre de 2015, dos atacantes suicidas se hicieron volar por los aires cerca de la estación central de trenes, en medio de una manifestación de activistas pacifistas. 103 personas perdieron la vida tras ese atentado, el más sangriento en la historia del país.
El 16 de enero de 2016, en otro ataque, once personas –todos turistas alemanes– murieron cuando un atacante suicida detonó los explosivos que portaba en una zona turística de Estambul.
AUTOR: Samuel Romo
FUENTE: Agencias