El Ministerio de Salud informó al Congreso que en octubre de 2017, la deuda hospitalaria, es decir, los compromisos por pagar los servicios de salud a proveedores, llegó a $349.433 millones, la más alta de los últimos años.
La información entregada por La Tercera destaca que esta deuda se genera, principalmente, por la diferencia que existe entre los ingresos que reciben al año los servicios de salud mediante Ley de Presupuesto y los gastos generados en igual periodo.
Para algunos parlamentarios, la situación es “incontrolable”. Por ejemplo, el diputado Juan Luis Castro, integrante de la Comisión de Salud de la Cámara, señaló que “es lamentable cómo el Minsal ha quedado en deuda porque no ha estado a la altura para controlar el mal manejo de la actividad financiera de los servicios de salud”.
A su vez, la diputada independiente Karla Rubilar expresó que, según informes de la Dirección de Presupuesto, la deuda a noviembre de 2017 habría alcanzado los $460 mil millones.
“Es una deuda fuera de control, que no se correlaciona con sustanciales cambios de oportunidad y calidad de la atención y denotan un fracaso en las medidas anunciadas durante todo el mandato”, afirmó.
En tanto, el diputado de la Comisión de Hacienda de la Cámara, Manuel Monsalve (PS), declaró que “la discusión es ver si la deuda es gestión o que yo hago actividades que me cuestan 120 y el Estado me paga 100. Si lo que hacen me cuesta 120 y me pagan 100, no tengo posibilidad de disminuir la deuda, y si me piden más consultas y cirugías y me sigues pasando 100, evidentemente la deuda va a crecer”.
Agregó que “la cifra no me sorprende y creo que lo que no ha resuelto el ministerio es que a los hospitales y a los servicios se les transfieran los recursos de acuerdo a los gastos reales que tienen”.
Finalmente, la subsecretaria de Redes Asistenciales, Gisela Alarcón, declinó referirse al tema, hasta tener el año cerrado. “No voy a hablar nada hasta que entreguemos todo”, indicó.
La información entregada por La Tercera destaca que esta deuda se genera, principalmente, por la diferencia que existe entre los ingresos que reciben al año los servicios de salud mediante Ley de Presupuesto y los gastos generados en igual periodo.
Para algunos parlamentarios, la situación es “incontrolable”. Por ejemplo, el diputado Juan Luis Castro, integrante de la Comisión de Salud de la Cámara, señaló que “es lamentable cómo el Minsal ha quedado en deuda porque no ha estado a la altura para controlar el mal manejo de la actividad financiera de los servicios de salud”.
A su vez, la diputada independiente Karla Rubilar expresó que, según informes de la Dirección de Presupuesto, la deuda a noviembre de 2017 habría alcanzado los $460 mil millones.
“Es una deuda fuera de control, que no se correlaciona con sustanciales cambios de oportunidad y calidad de la atención y denotan un fracaso en las medidas anunciadas durante todo el mandato”, afirmó.
En tanto, el diputado de la Comisión de Hacienda de la Cámara, Manuel Monsalve (PS), declaró que “la discusión es ver si la deuda es gestión o que yo hago actividades que me cuestan 120 y el Estado me paga 100. Si lo que hacen me cuesta 120 y me pagan 100, no tengo posibilidad de disminuir la deuda, y si me piden más consultas y cirugías y me sigues pasando 100, evidentemente la deuda va a crecer”.
Agregó que “la cifra no me sorprende y creo que lo que no ha resuelto el ministerio es que a los hospitales y a los servicios se les transfieran los recursos de acuerdo a los gastos reales que tienen”.
Finalmente, la subsecretaria de Redes Asistenciales, Gisela Alarcón, declinó referirse al tema, hasta tener el año cerrado. “No voy a hablar nada hasta que entreguemos todo”, indicó.