En la diligencia participaron detectives de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Brisexme) y de la Brigada del Cibercrimen de la PDI, que incautaron documentos y discos duros desde las dependencias del máximo organismo de los obispos chilenos.
Al término del allanamiento, el fiscal Guzmán declaró que la diligencia apuntó a completar “los antecedentes que ya habíamos recibido para la identificación de víctimas que han formulado denuncias por abusos de distinto tipo, particularmente, de carácter sexual”.
Consultado concretamente por los hechos que se indagan, respondió que “los antecedentes dicen relación con hechos que estamos investigando que pueden ser constitutivos de delitos, y eso involucra tanto a víctimas como eventuales imputados”.
El 2 de agosto pasado, el fiscal nacional Jorge Abbott designó al fiscal Guzmán a cargo de la investigación de todas las causas penales que hayan surgido, o que puedan iniciarse a futuro, a partir de la actual indagatoria por delitos sexuales presuntamente cometidos por sacerdotes de la Congregación Marista.
A través de una resolución, Abbott habilitó a Guzmán para dirigir estas investigaciones a nivel nacional, siempre que dichas causas no estén ya radicadas en otra fiscalía regional.