En enero pasado, el joven, junto a su pareja, habían decidido abandonar el lugar para visitar otras localidades. Sin embargo, el gobierno chino decretó el cierre de la ciudad (23 de enero) y el 28 del mismo mes, les informaron que tendrían que mantenerse en “cuarentena” hasta el 2 de febrero en un hotel en la periferia de Guangzhou, para descartar un posible contagio.
En tanto, la pareja permanece encerrada en una habitación del recinto y ambos deben someterse a controles médicos, según señaló El Mercurio. Son alimentados tres veces al día, no pueden moverse libremente por el hotel, y personal médico les toma la temperatura, en una rutina que se repite dos veces por jornada.
“Fue súper estresante, porque no sabíamos dónde nos iban a reubicar, si me iban a separar con mi novia, si íbamos a un hospital”, señaló Vásquez.
Agregando que, “cuando entran a revisarnos, vienen con unos trajes que parecen nucleares”.
Además agregó que “llevamos cuatro días para nada placenteros, porque estamos privados de libertad (…) La comida es terrible, es incómodo, esperamos que esto termine”.