Unas 60.000 personas en varios países recibieron vacunas experimentales chinas contra el Covid-19 en el marco de cuatro ensayos clínicos, dijo un alto funcionario del gobierno en Pekín el martes, asegurando que ningún sujeto había experimentado efectos adversos.
China, donde el nuevo coronavirus apareció por primera vez a finales del año pasado, ha logrado erradicar prácticamente la epidemia y está entre los países con la investigación más avanzada de una posible vacuna.
“Los ensayos clínicos de la fase III de las cuatro vacunas [chinas] están progresando”, dijo a la prensa Tian Baoguo, un funcionario del Ministerio de Ciencia y Tecnología, y añadió que unos “60.000 voluntarios recibieron una vacuna experimental” contra el Covid-19.
“No se ha informado de ningún efecto adverso grave”, indicó.
La fase III es la última fase antes de que se autorice una vacuna.
Varios fabricantes chinos trabajan para producir una vacuna contra el Covid-19, incluyendo Sinovac y Sinopharm.
Los dos gigantes farmacéuticos están haciendo pruebas en el extranjero, en particular en el Brasil, Indonesia y Turquía.
En China, donde solo se registran unos pocos casos nuevos de Covid-19 cada día, “ya no se dan las condiciones para llevar a cabo un ensayo clínico de fase III”, señaló Tian.
Ninguna vacuna en el mundo ha sido aprobada aún para su distribución comercial generalizada. Pero las autoridades chinas dieron luz verde al uso de emergencia de algunas de esas vacunas.