La orden revisó la presentación en su contra por sus acciones respecto de los supuestos abusos sexuales cometidos al interior el jardín infantil Hijitus de La Aurora, donde fue acusado años después Juan Manuel Romeo Gómez, a quien la Fiscalía formalizó como autor de delitos reiterados de abuso sexual impropio y una violación impropia de menor de 14 años.
Tras la investigación fue absuelto de todos los cargos y la sentencia definitiva condenó al Ministerio Público a pagar el 60% de las costas del juicio, y a los querellantes, el 40% restante.
La Tercera PM indicó que Schilling dio sendas entrevistas en que detallaba los hechos e instó a los padres a indagar sobre la posibilidad de que sus niños hubieran sido víctimas de esos delitos y fue grabado mientras, junto al ex asesor del Presidente Sebastián Piñera, José Miguel Izquierdo, pateaba el portón de la familia propietaria del recinto que, supuestamente había sido cómplice de los abusos.
Posteriormente, en marzo de 2015, el Segundo Juzgado Civil de Santiago condenó al Estado de Chile a pagar $265 millones a la familia Romeo Gómez por daño moral y “estigmatización y juicio social” por cómo se desarrolló el caso.
Los jueces del Colegio de Abogados estimó que su colegiado debe ser expulsado de la institución, no obstante es un pronunciamiento que él puede apelar una vez que le oficialicen la decisión que es el resultado de un reclamo ético presentado por Pablo Romeo Gómez, hermano de quien fue el principal inculpado en la causa, que fue declarado admisible el 30 de noviembre de ese mes.
Éste consistió en que mientras Schilling, quien era apoderado del jardín infantil, se desempeñó como abogado querellante en la causa, hasta diciembre de 2013, “efectuó diversas declaraciones públicas y dio entrevistas en los medios de prensa nacional, indicando tanto circunstancias que acaecían dentro del proceso como aquellas que rodeaban la investigación criminal, sin mantener la debida moderación y veracidad en sus dichos”.
A juicio de los jueces éste vulneró los deberes que todo colegiado debe mantener en las relaciones con los medios de comunicación, que ordenan no sólo actuar con veracidad y moderación en los dichos, sino que además “de no servirse de la platea que entregan los medios de prensa de comunicación, para el elogio de sí mismo”.