Tras ser publicada en el Diario Oficial la ley que modifica la norma sobre donaciones de órganos, aprobada el 3 de enero pasado, comenzó a regir el plazo de un año para que las personas ratifiquen ante notario, o al renovar su cédula de identidad, su voluntad de no ser donantes.
Una vez transcurrido ese plazo, sin haber manifestado voluntad, se entenderá que son donantes universales de órganos para todos los efectos legales.
La ley también consigna que la familia no podrá cambiar la voluntad manifestada en vida por el donante. Además el conviviente de hecho tendrá potestad ante la duda de si la persona que fallece pueda estar en los registros de donantes, por lo que no quedará al margen de la decisión final que puedan tomar los hijos, padres o hermanos del difunto.
El ministro de Salud, Emilio Santelices, espera que el 90% de los actuales no donantes cambien su decisión una vez que entre en vigencia la nueva ley de donación órganos, donde tendrán el plazo de un año para tomar tal determinación.
Actualmente hay 4 millones de chilenos que se encuentran en una situación de no donantes.
Además, hay al menos cerca de 2.200 pacientes esperando por un trasplante, y la mayoría de ellos (1.800) aguardan por un riñón.
Una vez transcurrido ese plazo, sin haber manifestado voluntad, se entenderá que son donantes universales de órganos para todos los efectos legales.
La ley también consigna que la familia no podrá cambiar la voluntad manifestada en vida por el donante. Además el conviviente de hecho tendrá potestad ante la duda de si la persona que fallece pueda estar en los registros de donantes, por lo que no quedará al margen de la decisión final que puedan tomar los hijos, padres o hermanos del difunto.
El ministro de Salud, Emilio Santelices, espera que el 90% de los actuales no donantes cambien su decisión una vez que entre en vigencia la nueva ley de donación órganos, donde tendrán el plazo de un año para tomar tal determinación.
Actualmente hay 4 millones de chilenos que se encuentran en una situación de no donantes.
Además, hay al menos cerca de 2.200 pacientes esperando por un trasplante, y la mayoría de ellos (1.800) aguardan por un riñón.