La muerte por disparos de una niña de 12 años cerca de Estocolmo provocó una gran conmoción en Suecia este lunes, en tanto el país sufre un aumento de tiroteos entre bandas criminales.
La menor, que probablemente no era blanco de las balas, resultó fatalmente herida en la madrugada del domingo frente a un restaurante de comida rápida en Norsborg, modesto barrio, por lo general calmo, ubicado en el sur de la capital sueca, señaló la policía.
Desde que ocurrió esta muerte, los vecinos han colocado flores y velas encendidas formando un corazón en la escena del crimen, constató una periodista de la AFP.
“Esto ya no debería ocurrir. Era una niña de 12 años, malditos sean. Quienes viven aquí merecen una vida mejor“, señala indignada Christina Lundström, una vecina de 51 años que se acercó a recogerse y rezar. “Ningún político está aquí para demostrar su apoyo, ¡qué fiasco!“, deplora Daniel Acat, de 32 años.
El ministro de Justicia, Morgan Johansson, manifestó a la agencia de noticias TT su “conmoción y disgusto” ante un caso que ha provocado numerosas reacciones.
De acuerdo a medios de comunicación suecos, dos miembros de una banda criminal presentes en el lugar de los hechos fueron los blancos reales de los numerosos disparos.
Globalmente pacífica, con una de las tasas de homicidio más bajas del mundo, Suecia confronta desde hace varios años un problema de uso de aparatos explosivos y tiroteos contra edificios, vehículos y, más recientemente, personas.
En el primer semestre de 2020, en Suecia 20 personas resultaron muertas en 163 tiroteos, de acuerdo con la policía. El año pasado, 42 personas murieron en 334 incidentes violentos.