Ferviente católico, Fernando Santos es también un viejo sabio. Al mando del equipo de Portugal durante casi cuatro años, el entrenador de 63 años parece haber dado con la fórmula gracias a una acertada mezcla de pragmatismo y ambición.
Hombre de mirada adusta, poco amante de las divagaciones verbales, alcanzó la cima de su carrera al ganar la final de la Eurocopa 2016 ante Francia (1-0 tiempo extra), al frente de un equipo por el que nadie apostó. Excepto él.
“Volveremos aquí en dos años para la final”, había anunciado a sus jugadores, en plan oráculo, en su primer partido con la ‘Selecçao’, una derrota (2-1) contra los ‘Bleus’ el 11 de octubre de 2014, precisamente en el Stade de France.
Realista hasta el extremo –“jugar bien no es lo mismo que jugar bonito”, repite-, este ingeniero de formación sólo ha sufrido una derrota en 29 partidos oficiales con Portugal.
Y, sobre todo, siempre ha sabido cómo proteger y sacar lo mejor de Cristiano Ronaldo, a quien había conocido en el Sporting, cuando el cuatro veces ganador del Balón de oro apenas tenía 18 años.
Con contrato hasta la Eurocopa 2020, Santos sucedió a su compatriota Paulo Bento, despedido luego de una desastrosa participación en el Mundial Brasil 2014.
Para la Copa del Mundo que se jugará en Rusia, el entrenador ha establecido la clasificación a los octavos de final como “objetivo mínimo”. Por lo demás, repite su mantra de hace dos años: “Portugal no es un favorito, pero es un candidato a la victoria”.
Primer técnico portugués en haber liderado los tres clubes más importantes de su país -Oporto, Sporting y Benfica-, Santos también quedó marcado por su larga estadía en Grecia. Entrenó a varios clubes (AEK Atenas, Panathinaikos y PAOK Salónica) antes de ser nombrado en 2010 seleccionador del equipo nacional, con el que alcanzó los cuartos de final de la Eurocopa 2012, y luego los octavos del Mundial 2014.
Más allá de su coronación en la Eurocopa 2016, su palmarés sigue siendo relativamente modesto: un título de campeón de Portugal con el Oporto (1999), dos Copas de Portugal (2000, 2001), dos Supercopas de Portugal (1998, 1999) y una Copa griega (2002).
Portugal iniciará su periplo por la Copa del Mundo en Rusia enfrentando el 15 de junio a España. Cinco días después hará lo suyo contra Marruecos y el 25 de junio enfrentará a Irán.
Hombre de mirada adusta, poco amante de las divagaciones verbales, alcanzó la cima de su carrera al ganar la final de la Eurocopa 2016 ante Francia (1-0 tiempo extra), al frente de un equipo por el que nadie apostó. Excepto él.
“Volveremos aquí en dos años para la final”, había anunciado a sus jugadores, en plan oráculo, en su primer partido con la ‘Selecçao’, una derrota (2-1) contra los ‘Bleus’ el 11 de octubre de 2014, precisamente en el Stade de France.
Realista hasta el extremo –“jugar bien no es lo mismo que jugar bonito”, repite-, este ingeniero de formación sólo ha sufrido una derrota en 29 partidos oficiales con Portugal.
Y, sobre todo, siempre ha sabido cómo proteger y sacar lo mejor de Cristiano Ronaldo, a quien había conocido en el Sporting, cuando el cuatro veces ganador del Balón de oro apenas tenía 18 años.
Con contrato hasta la Eurocopa 2020, Santos sucedió a su compatriota Paulo Bento, despedido luego de una desastrosa participación en el Mundial Brasil 2014.
Para la Copa del Mundo que se jugará en Rusia, el entrenador ha establecido la clasificación a los octavos de final como “objetivo mínimo”. Por lo demás, repite su mantra de hace dos años: “Portugal no es un favorito, pero es un candidato a la victoria”.
Primer técnico portugués en haber liderado los tres clubes más importantes de su país -Oporto, Sporting y Benfica-, Santos también quedó marcado por su larga estadía en Grecia. Entrenó a varios clubes (AEK Atenas, Panathinaikos y PAOK Salónica) antes de ser nombrado en 2010 seleccionador del equipo nacional, con el que alcanzó los cuartos de final de la Eurocopa 2012, y luego los octavos del Mundial 2014.
Más allá de su coronación en la Eurocopa 2016, su palmarés sigue siendo relativamente modesto: un título de campeón de Portugal con el Oporto (1999), dos Copas de Portugal (2000, 2001), dos Supercopas de Portugal (1998, 1999) y una Copa griega (2002).
Portugal iniciará su periplo por la Copa del Mundo en Rusia enfrentando el 15 de junio a España. Cinco días después hará lo suyo contra Marruecos y el 25 de junio enfrentará a Irán.