La Democracia Cristiana respondió mediante un comunicado emitido la tarde de este miércoles al candidato presidencial de Chile Podemos+, Sebastián Sichel, y a los emplazamientos realizados por su coordinador de campaña, el empresario Juan José Santa Cruz.

El abanderado oficialista fue acusado de recibir aportes irregulares por parte de empresas pesqueras durante su campaña a diputado del 2009. La denuncia salió a la luz a través de un reportaje periodístico transmitido por Chilevisión y CNN Chile durante la noche del martes.

Este miércoles, el aspirante a La Moneda se desligó de dichas acusaciones, y más tarde, su coordinador de campaña interpeló duramente a la DC, acusando que se trata de una “operación política” orquestada “por la izquierda y la Democracia Cristiana”.

La DC sostuvo en primer lugar que “las responsabilidades ante actos reñidos por la ley, son de responsabilidad personal de cada candidato y nadie sensato puede creer que el representante de Chile Podemos +, no haya sabido quién lo financiaba en su candidatura del 2009; mas cuando las boletas están firmadas por figuras de su propio entorno, como reveló el reportaje de Chilevisión”.

Luego, afirmaron: “Este reportaje plantea una responsabilidad propia del candidato, quien, para eludirla, intenta involucrar no solo a Democracia Cristiana, sino a la oposición en general. Mientras tanto, su propio sector, ya le exige que reconozca su error”.

Según señalaron, adhieren a los dichos del expresidente del partido, Juan Carlos Latorre, “sobre que esas sumas fueron gestionadas derechamente por Sichel y su entorno. La intencionalidad de involucrarnos como partido, se debe a la desesperación de Chile Podemos + para no responder por su candidato y sus actos propios; en un contexto nacional donde el Presidente de la República y su Gobierno también están cuestionados”.

Finalmente, la misiva firmada por la directiva nacional consigna: “Anunciamos que nos reservamos las acciones legales y penales para responder a esta acusación, que solo busca salvar una candidatura que ya no tiene vuelta. El país necesita y exige un estándar mayor, donde sus máximos líderes y lideresas no estén secuestrados por el poder del dinero”.