Con el objetivo de reconocer el dolor que sufren los niños en todo el mundo que son víctimas de maltratos físicos, mentales y emocionales, el 19 de agosto de 1982 la Asamblea General de Naciones Unidas decidió conmemorar, cada 4 de junio, el Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión.

La medida se tomó por la consternación “ante el gran número de niños palestinos y libaneses que han sido víctimas inocentes de los actos de agresión de Israel”.

Las guerras son, sin duda, los momentos en donde los niños, niñas y adolescentes se sienten más vulnerables. Incluso, algunos de ellos son reclutados como soldados y mueren. Pero los menores de edad también son víctimas del narcotráfico, de la explotación y violencia sexual, de ataques terroristas y de secuestros. Además, del hambre y de la falta de la ayuda humanitaria.

A propósito de esta fecha, la ONG internacional Save The Children, que trabaja por los derechos de la niñez, dio a conocer el informe llamado “Para la Guerra sobre los Niños 2020”, que revela que 415 millones de niños en todo el mundo viven en zonas conflictivas, esto quiere decir uno de cada seis niños del planeta.

La gran mayoría son niños africanos (170 millones), es decir uno de cada cuatro menores de dicho continente. Mientras que en Medio Oriente es uno de cada tres niños viven en zona de conflicto.

Este número en el mundo significa un crecimiento de 34% desde 2010. Además, agrega que los delitos cometidos contra niños aumentaron en un 170%.

A su vez, Unicef informó que en 2018 nacieron 29 millones de bebés en zonas conflictivas.