“Cuando fui presidente de la Corte Suprema me reuní muchas veces con parlamentarios y les advertí que el tema de las libertades condicionales en algún momento iba a beneficiar a militares”, aseguró.
CONTENIDO: El presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, se refirió al proceso de acusación constitucional presentada en su contra y dos de sus pares de la Sala Penal, Manuel Antonio Valderrama y Carlos Künsemüller.
“Como juez, mis decisiones siempre son bien meditadas, no tendría por qué arrepentirme de lo que decidí en aquella oportunidad. Estuve de acuerdo con esas libertades y por algo las firmé”, dice en relación con las siete libertades que otorgó a reos de Punta Peuco condenados por delitos de lesa humanidad.
En entrevista con La Tercera, el magistrado precisó que “nosotros somos un país joven y pobre, y los jueces tenemos que recurrir, a veces, a una legislación también pobre y antigua, y ahí hay un punto en que es imposible juzgar beneficios con una norma de un siglo atrás. No creo que sea posible que alguien, pese a cumplir todos los requisitos objetivos, no acceda a la libertad condicional, yo creo que todos los presos deben tener una lucecita de esperanza. Ahora, si la legislación interna a mí me exige otras cosas, eso es distinto y ese no es problema nuestro, es de los legisladores y eso lo dijimos siempre”, agregó.
“Cuando fui presidente de la Corte Suprema me reuní muchas veces con parlamentarios y les advertí que el tema de las libertades condicionales en algún momento iba a beneficiar a militares, que había que prepararse, modificar la ley, porque esto nos iba a estallar en la cara”, agregó.
A su vez, el jurista destacó que ojalá esto sirva para mantener la confianza y los jueces han demostrado tener cojones para esto. “Muchas veces nuestro trabajo no va a gustar, pero mientras estemos apegados a la ley, hay que seguir caminando frente en alto”.
CONTENIDO: El presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, se refirió al proceso de acusación constitucional presentada en su contra y dos de sus pares de la Sala Penal, Manuel Antonio Valderrama y Carlos Künsemüller.
“Como juez, mis decisiones siempre son bien meditadas, no tendría por qué arrepentirme de lo que decidí en aquella oportunidad. Estuve de acuerdo con esas libertades y por algo las firmé”, dice en relación con las siete libertades que otorgó a reos de Punta Peuco condenados por delitos de lesa humanidad.
En entrevista con La Tercera, el magistrado precisó que “nosotros somos un país joven y pobre, y los jueces tenemos que recurrir, a veces, a una legislación también pobre y antigua, y ahí hay un punto en que es imposible juzgar beneficios con una norma de un siglo atrás. No creo que sea posible que alguien, pese a cumplir todos los requisitos objetivos, no acceda a la libertad condicional, yo creo que todos los presos deben tener una lucecita de esperanza. Ahora, si la legislación interna a mí me exige otras cosas, eso es distinto y ese no es problema nuestro, es de los legisladores y eso lo dijimos siempre”, agregó.
“Cuando fui presidente de la Corte Suprema me reuní muchas veces con parlamentarios y les advertí que el tema de las libertades condicionales en algún momento iba a beneficiar a militares, que había que prepararse, modificar la ley, porque esto nos iba a estallar en la cara”, agregó.
A su vez, el jurista destacó que ojalá esto sirva para mantener la confianza y los jueces han demostrado tener cojones para esto. “Muchas veces nuestro trabajo no va a gustar, pero mientras estemos apegados a la ley, hay que seguir caminando frente en alto”.