Un adolescente mató a dos compañeros e hirió a otros tres este jueves, en el día de su cumpleaños 16 en una escuela secundaria al norte de Los Ángeles, antes de dispararse a sí mismo y ser detenido todavía vivo.
De las cinco víctimas, cuatro fueron hospitalizadas en “estado crítico” inmediatamente después del ataque contra la escuela secundaria Saugus en la ciudad de Santa Clarita, pero dos de ellas, una joven de 16 años y otro de 14, murieron a consecuencia de sus heridas en el hospital.
El sospechoso, un estudiante de secundaria de 15 años, había huido tras disparar en el centro educativo, al que asisten unos 2.400 alumnos. Fue encontrado por la policía aproximadamente una hora después entre los heridos que habían sido evacuados.
“Hemos arrestado al sospechoso y lo están tratando en un hospital local, un estudiante, un niño de dieciséis años” y asiático, dijo el sheriff del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva a la cadena CBS.
Testigos y videos de cámaras de vigilancia permitieron identificar al sospechoso, que de hecho estaba “entre las primeras personas que habían sido evacuadas a hospitales locales”, añadió el sheriff.
El funcionario no añadió nada acerca de su condición de salud o el tipo de heridas que sufría, pero dijo que era posible que el adolescente hubiera intentado suicidarse después de su actuación. “Ningún policía es responsable (…) Parece ser el propio estudiante”, dijo Villanueva.
Antes del anuncio de la detención, medios locales habían informado que el joven atacante se había suicidado, citando fuentes de la policía. Había sido buscado activamente por una gran cantidad de policías desplegados en el área residencial circundante y en las colinas cercanas de la secundaria Saugus.
El campus de la escuela secundaria, donde cientos de estudiantes permanecieron enclaustrados mientras esperaban instrucciones de las autoridades, fue inspeccionado minuciosamente por la Policía durante casi una hora para descartar cualquier otra amenaza.
La tragedia ocurrió alrededor de las 07H40, cuando muchos estudiantes ya habían ingresado al campus y otros estaban llegando.
Este fue el caso de Denzel Abesamis, quien cursa su último año en la Saugus, quien vio a sus compañeros huir cuando estaba a punto de estacionar.
Abesamis contó al diario Los Angeles Times que estaba llegando a clases cuando vio a sus compañeros huyendo. Pudo hablar con un amigo que estaba escondido en un aula con otros cinco estudiantes. “Siempre me había preocupado que algo así ocurriera”, indicó, asegurando que la escuela ya había sido cerrada debido una amenaza unos años antes.
“No he visto a mi hijo, pero hablé con él, está bien”, dijo la madre de un estudiante de tercer año que estaba esperando junto a muchos otros familiares cerca de una iglesia cercana. “Todo lo que dijo fue que estaba entrando en clase cuando alguien comenzó a disparar”, explicó a un canal local.
Un importante despliegue policial tuvo lugar en la secundaria, según imágenes transmitidas por televisión, que mostraban que los alumnos fueron evacuados en una sola fila, en ocasiones con las manos en alto.
También se podía ver a personal de socorro tratando de revivir a una persona aparentemente inconsciente, así como algunos siendo atendidos en el césped.
Los alumnos y personal de otros establecimientos educativos situados en los alrededores fueron confinados como medida de seguridad, como es costumbre en Estados Unidos, donde este tipo de tragedias son frecuentes.
El país ha sido escenario en los últimos años de varios tiroteos en instituciones educativas que han conmocionado a la opinión pública e impulsado el debate de la libre tenencia de armas de fuego.
Irónicamente, la tragedia ocurre justo cuando el Senado debate en Washington un posible endurecimiento de la legislación sobre armas.
“¿Cómo podemos mirar a otro lado?” ¿Cómo podemos negarnos a ver que este tiroteo, que está ocurriendo en este momento, requiere que actuemos?”, dijo el senador demócrata Richard Blumenthal.
De las cinco víctimas, cuatro fueron hospitalizadas en “estado crítico” inmediatamente después del ataque contra la escuela secundaria Saugus en la ciudad de Santa Clarita, pero dos de ellas, una joven de 16 años y otro de 14, murieron a consecuencia de sus heridas en el hospital.
El sospechoso, un estudiante de secundaria de 15 años, había huido tras disparar en el centro educativo, al que asisten unos 2.400 alumnos. Fue encontrado por la policía aproximadamente una hora después entre los heridos que habían sido evacuados.
“Hemos arrestado al sospechoso y lo están tratando en un hospital local, un estudiante, un niño de dieciséis años” y asiático, dijo el sheriff del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva a la cadena CBS.
Testigos y videos de cámaras de vigilancia permitieron identificar al sospechoso, que de hecho estaba “entre las primeras personas que habían sido evacuadas a hospitales locales”, añadió el sheriff.
El funcionario no añadió nada acerca de su condición de salud o el tipo de heridas que sufría, pero dijo que era posible que el adolescente hubiera intentado suicidarse después de su actuación. “Ningún policía es responsable (…) Parece ser el propio estudiante”, dijo Villanueva.
Antes del anuncio de la detención, medios locales habían informado que el joven atacante se había suicidado, citando fuentes de la policía. Había sido buscado activamente por una gran cantidad de policías desplegados en el área residencial circundante y en las colinas cercanas de la secundaria Saugus.
Estudiantes enclaustrados
Los servicios del sheriff habían pedido a los residentes del área que se quedaran en casa y mantuvieran sus puertas cerradas hasta nuevo aviso.El campus de la escuela secundaria, donde cientos de estudiantes permanecieron enclaustrados mientras esperaban instrucciones de las autoridades, fue inspeccionado minuciosamente por la Policía durante casi una hora para descartar cualquier otra amenaza.
La tragedia ocurrió alrededor de las 07H40, cuando muchos estudiantes ya habían ingresado al campus y otros estaban llegando.
Este fue el caso de Denzel Abesamis, quien cursa su último año en la Saugus, quien vio a sus compañeros huir cuando estaba a punto de estacionar.
Abesamis contó al diario Los Angeles Times que estaba llegando a clases cuando vio a sus compañeros huyendo. Pudo hablar con un amigo que estaba escondido en un aula con otros cinco estudiantes. “Siempre me había preocupado que algo así ocurriera”, indicó, asegurando que la escuela ya había sido cerrada debido una amenaza unos años antes.
“No he visto a mi hijo, pero hablé con él, está bien”, dijo la madre de un estudiante de tercer año que estaba esperando junto a muchos otros familiares cerca de una iglesia cercana. “Todo lo que dijo fue que estaba entrando en clase cuando alguien comenzó a disparar”, explicó a un canal local.
Un importante despliegue policial tuvo lugar en la secundaria, según imágenes transmitidas por televisión, que mostraban que los alumnos fueron evacuados en una sola fila, en ocasiones con las manos en alto.
También se podía ver a personal de socorro tratando de revivir a una persona aparentemente inconsciente, así como algunos siendo atendidos en el césped.
Los alumnos y personal de otros establecimientos educativos situados en los alrededores fueron confinados como medida de seguridad, como es costumbre en Estados Unidos, donde este tipo de tragedias son frecuentes.
El país ha sido escenario en los últimos años de varios tiroteos en instituciones educativas que han conmocionado a la opinión pública e impulsado el debate de la libre tenencia de armas de fuego.
Irónicamente, la tragedia ocurre justo cuando el Senado debate en Washington un posible endurecimiento de la legislación sobre armas.
“¿Cómo podemos mirar a otro lado?” ¿Cómo podemos negarnos a ver que este tiroteo, que está ocurriendo en este momento, requiere que actuemos?”, dijo el senador demócrata Richard Blumenthal.