Iván Soar dice que su sueño siempre fue tener una cafetería, que dejó su carrera tradicional para prepararse como barista y fundar este local que funciona también como galería en el Barrio Italia. Un barrio eminentemente “gay friendly”, como dice la jerga turística
El miércoles, el Movimiento de Liberación Homosexual dio a conocer que la cafetería de Providencia discriminó a una madre y su hija al no querer ofrecerles una promoción de once que supuestamente era exclusivamente para parejas heterosexuales.
Una de las afectadas asegura que Soar se enfrascó en una discusión sobre la naturaleza de la promoción en caso de ser consumida por una pareja homosexual.
“Pregunté ‘y qué pasaría si nosotras somos una pareja de lesbianas, ¿no aplica la promoción?’ Y sorpresivamente me responde ‘no'”, asegura Paulina Robson acerca de la oferta de 2 tazas de café, 2 jugos, un sándwich y una torta publicitada por el local en una pizarra, donde aparecen dibujadas en tiza las figuras de un hombre y una mujer.
El responsable del local dice que la acusación es antojadiza, malintencionada y que ha generado un daño demoledor en su negocio luego de que la pareja acusadora intentó acomodar distintos consumos a la oferta publicada para acceder al precio en promoción.
El pequeño empresario dice que para efectos de boleta, el pedido se hace en el momento, pero que las involucradas pidieron dos veces la carta para realizar dos pedidos distintos, revisaron los precios y la oferta del local, pero que a última hora decidieron acomodar el consumo a lo que vieron publicado en la pizarra.
“Así se los expliqué y entraron en ese supuesto de una pareja lesbiana que nada tiene que ver con el asunto. Lo que ellas pidieron eran los 2 sándwiches ($4200) y las 2 porciones de torta ($5200) por separado que en total suman $9500. La promoción exigida es por $9400. Es decir, $100 pesos de diferencia. La molestia duró tanto rato que les ofrecí un descuento de mil pesos”, dice sorprendido por la acalorada discusión que fue replicada a través de los medios por el Movilh.
“Ya eran pasadas las 20 horas, estábamos cerrando. De hecho, las clientas vieron la promoción una vez que entramos la pizarra dentro del local”, agrega.
“Nos hicieron bolsa la cafetería”
Sostiene que no le interesa seguir con la polémica y que el daño a su marca ya está hecho, pero que considera justo que se conozca su versión de los hechos.
“Nuestro servicio siempre ha sido el mismo para parejas de cualquier orientación. No hay discriminación de ningún tipo porque ni siquiera nos hemos detenido a pensar en ese tema. Desde ayer los comentarios en nuestras redes sociales han sido terribles. De un tenor muy agresivo y negativo. Nos hicieron bolsa la cafetería”, dice abatido.
“Me avisaron que habrá una demanda en contra nuestra que es algo que no puedo entender. Que no puedo creer”, agrega Soar, sobre lo que denomina una sobrerreacción que se ve agravada porque nadie le preguntó su versión.
La pizarra de la discordia
Sobre la comentada pizarra y su iconografía hetero, se ríe con un dejo de nostalgia. El barista del Barrio Italia recuerda que hace seis meses, cuando inauguró su cafetería, lo hizo pensando en la sofisticación de los cafés europeos y que adoptó esta iconografía de un hombre y una mujer ilustrada en tiza que vio en una vitrina de una cafetería española en internet.
“Me pareció bonito, estiloso. Dos monitos que son un hombre y una mujer y sólo se diferencian en el moño. Una convención sobre lo que es una pareja. Nunca imaginé la locura que iba a desatar esto”, explica en instantes en que la visita del Departamento de Diversidad y no Discriminación de la Municipalidad de Providencia acude al local para constatar que no se ha incurrido en ninguna mala práctica..
Dice que hasta lamenta no saber cómo referirse a “la comunidad” para que no le sigan dando en el suelo. “Estoy muy achacado. Lamento que se hayan ido en mala causando daño, me han tratado de nazi, me han tratado a garabato limpio”, dice el hombre detrás de la barra.
AUTOR: La Nación
FUENTE: Carlos Salazar