“El Papa recibirá a las víctimas individualmente, dejando hablar a cada una de ellas todo el tiempo que sea necesario”, señala el comunicado del Vaticano que se refiere a las reuniones que en forma personal tendrá el Papa Francisco con los fieles abusados por el sacerdote Fernando Karadima.
Los encuentros se realizarán este fin de semana, oportunidad en la que el Pontífice escuchará de su propia boca las vejaciones a las que fueron sometidos por el clérigo cuando eran jóvenes feligreses de la Parroquia El Bosque.
“El Santo Padre acogerá en la Casa Santa Marta a tres víctimas de abusos cometidos por el Clero en Chile: respectivamente, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo”, informó la nota difundida este miércoles por el vocero de la Santa Sede, Greg Burke.
Añadió que durante “estos días de encuentro personal y fraterno”, Jorge Bergoglio “quiere pedirles perdón, compartir su dolor y su vergüenza por lo que han sufrido y, sobre todo, escucharlos en todas aquellas sugerencias que puedan realizarle para evitar la repetición de semejantes hechos reprobables”.
Este gesto es diametralmente opuesto al que tuvo Su Santidad cuando visitó Chile entre el 15 y el 18 de enero pasado, cuando defendió con fuerza al obispo Juan Barros, sindicado por las víctimas de Karadima como encubridor de los delitos que, por estar prescritos, sólo pudieron ser castigados con una vida de retiro lejos de la comunidad y oración para el religioso.
Entonces, Francisco afirmó que estaba convencido de la inocencia de la máxima autoridad que tiene la iglesia católica chilena en la diócesis de Osorno y pidió a los supuestos afectados pruebas de culpabilidad contra el purpurado al que públicamente respaldó con gestos y declaraciones.
A casi tres meses de ese viaje y con los antecedentes y testimonios aportados por los afectados y otros denunciantes del caso Maristas, que le entregara su enviado especial a Santiago y arzobispo de Malta, Charles Scicluna, la cabeza de la Iglesia Católica reconoció haber cometido “graves errores” de apreciación sobre la situación en Chile.
Eso motivó su ofrecimiento de disculpas y la citación a los 32 miembros de la Conferencia Episcopal a la Santa Sede para mayo próximo.
“El Santo Padre pide oraciones por la Iglesia de Chile en este momento doloroso, esperando que estos encuentros puedan desarrollarse en un clima de serena confianza y sean un paso crucial para remediar y evitar para siempre los abusos de conciencia, de poder y, particularmente, sexuales en el seno de la Iglesia”, concluyó Burke.
https://lanacion.cl/2018/04/24/victimas-de-karadima-denunciaran-ante-el-papa-desprecios-de-la-iglesia-chilena/
Los encuentros se realizarán este fin de semana, oportunidad en la que el Pontífice escuchará de su propia boca las vejaciones a las que fueron sometidos por el clérigo cuando eran jóvenes feligreses de la Parroquia El Bosque.
“El Santo Padre acogerá en la Casa Santa Marta a tres víctimas de abusos cometidos por el Clero en Chile: respectivamente, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo”, informó la nota difundida este miércoles por el vocero de la Santa Sede, Greg Burke.
Añadió que durante “estos días de encuentro personal y fraterno”, Jorge Bergoglio “quiere pedirles perdón, compartir su dolor y su vergüenza por lo que han sufrido y, sobre todo, escucharlos en todas aquellas sugerencias que puedan realizarle para evitar la repetición de semejantes hechos reprobables”.
Este gesto es diametralmente opuesto al que tuvo Su Santidad cuando visitó Chile entre el 15 y el 18 de enero pasado, cuando defendió con fuerza al obispo Juan Barros, sindicado por las víctimas de Karadima como encubridor de los delitos que, por estar prescritos, sólo pudieron ser castigados con una vida de retiro lejos de la comunidad y oración para el religioso.
Entonces, Francisco afirmó que estaba convencido de la inocencia de la máxima autoridad que tiene la iglesia católica chilena en la diócesis de Osorno y pidió a los supuestos afectados pruebas de culpabilidad contra el purpurado al que públicamente respaldó con gestos y declaraciones.
A casi tres meses de ese viaje y con los antecedentes y testimonios aportados por los afectados y otros denunciantes del caso Maristas, que le entregara su enviado especial a Santiago y arzobispo de Malta, Charles Scicluna, la cabeza de la Iglesia Católica reconoció haber cometido “graves errores” de apreciación sobre la situación en Chile.
Eso motivó su ofrecimiento de disculpas y la citación a los 32 miembros de la Conferencia Episcopal a la Santa Sede para mayo próximo.
“El Santo Padre pide oraciones por la Iglesia de Chile en este momento doloroso, esperando que estos encuentros puedan desarrollarse en un clima de serena confianza y sean un paso crucial para remediar y evitar para siempre los abusos de conciencia, de poder y, particularmente, sexuales en el seno de la Iglesia”, concluyó Burke.
https://lanacion.cl/2018/04/24/victimas-de-karadima-denunciaran-ante-el-papa-desprecios-de-la-iglesia-chilena/
