Un acomodo singular sufrió la medición del tiempo universal, literalmente en el último minuto de 2016, ya que dicho segmento temporal en vez de tener 60 segundos, tuvo 61.
Esto ocurrió, según los expertos, para compensar las pequeñas variaciones en la duración del día que se van acumulando y para evitar un desfase entre el tiempo medido convencionalmente por los relojes atómicos y el período de rotación de la Tierra.
Y es que la medición del tiempo que hacen los relojes atómicos es extremadamente precisa, pero debido al patrón de la rotación de la Tierra que se aplica para hacerlo aún provoca una imperfecta sincronización. Por eso es que hay que añadirle un segundo a un día de cada año, y eso sucedió la última noche del año pasado.
Ese segundo extra se añadió en todo el mundo a las 23:59:59, en el marco del llamado Tiempo Universal Coordinado.
El encargado de determinar cuándo se añade ese segundo extra, que se denomina “segundo intercalar“, es el Servicio Internacional de la Rotación Terrestre, con sede en París.
AUTOR: Daniel Giacaman Z.
FUENTE: Aton Chile