El domingo pasado, en medio del Super Bowl, Elon Musk notó que uno de sus tuits en apoyo a los Philadelphia Eagles, tuvo menos visualizaciones que la del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien anunció también su favor al mismo equipo.
A raíz de lo anterior y apuntar este hecho a su juicio como un error evidente, llamó de madrugada a un equipo de ingenieros para que corrijan el problema.
Fue en el sistema Slack de la compañía donde los desarrolladores fueron avisando bajo la etiqueta de “urgente”.
Horas después, descubrirían que no era solo una rabieta de su jefe, sino que quería que sus tuits se vean más, no importando si aquello significaba romper el algoritmo de relevancia al que todos los usuarios de Twitter se encuentran sujetos.
Según detalló Platformer, que obtuvo documentos de los movimientos realizados, durante toda esa madrugada se hicieron los ajustes para que artificialmente los mensajes de Musk en Twitter se visualicen en prácticamente la mayoría de usuarios de la red social.
La semana pasada, se reportó que el magnate despidió a uno de los dos principales ingenieros que quedaban en Twitter después que este le explicara que su baja en las visualizaciones de sus tuits respondiera a que la gente ya no tenía interés en su persona.
