El Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello dio a conocer este lunes la encuesta anual sobre la percepción de la ciudadanía respecto a la reforma al Fonasa e Isapres, presentada por el Presidente Sebastián Piñera en abril de este año.
El trabajo de campo se realizó de manera presencial a 1.212 casos, segmentados según región, sexo, nivel socioeconómico y edad en Santiago, Valparaíso y Concepción -las principales urbes de nuestro país- y fue efectuado por la empresa Ipsos Chile entre el 5 y 24 de junio, con margen de error para resultados totales de 2,81% y un nivel de confianza de 95%.
Los resultados arrojaron que los usuarios quieren soluciones de carácter inmediato, más que una promesa de una reforma global del sistema de salud. Así, un 68% de los encuestados pide solucionar en este Gobierno los problemas más urgentes de Fonasa e Isapres, mientras que solo un 30% espera una reforma integral que aborde la mayoría de los problemas de salud, pero que en tiempo demoraría más de dos años.
En tanto, un 63% de los encuestados quiere que Fonasa y las Isapres sigan mejorando y modernizándose, pero con el derecho de poder cambiarse entre ambos sistemas. Solo un 35% pide que solo se quede Fonasa operando.
“Una amplia mayoría de los encuestados quiere que permanezcan ambos sistemas perfeccionados de forma tal que los esfuerzos debieran estar en mejorarlos, como una primera etapa de reforma al sistema de salud, y no centrarse hoy en discutir y acordar la organización del sistema en una reforma de futuro, ya sea ésta bajo el modelo de un seguro único o multiseguros, es más importante que cualquiera sea el modelo, el que se constituya un solo sistema de salud para el país”, comentó Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello.
A su vez, un 77% de los entrevistados manifestó su deseo de que Fonasa tenga un plan de salud universal similar al de las Isapres, “lo que representa una idea clara de la población de avanzar a tener similares derechos en salud y no compartimentos estancos segregados por riesgo y poder de ingresos”, señaló Sánchez.
Consultados solo usuarios de Fonasa, sobre los motivos para emigrar a Isapres, un 32% asegura que lo haría para acceder a una mejor red de prestadores (centros de salud, médicos, laboratorios), seguidos de un 19% que espera una mejor cobertura en el sistema privado.
Al respecto, Sánchez subrayó que “esto es sorprendente dadas las colas del sistema público de varios cientos de miles de personas, ya que uno esperaría que la gente lo que quisiera sería cambiarse de sistema para resolver en forma inmediata su problema, en cambio su crítica es más profunda al Fonasa en cuanto a la cantidad y calidad de la oferta de servicios que este ofrece”.
Finalmente, ante la consulta si estaría la persona dispuesta a que parte de la cotización de su grupo familiar vaya a una “contribución solidaria”, es decir, que una parte de lo que paga por el plan, vaya a un fondo común que ayude a bajar los precios de los planes de salud a las mujeres y los adultos mayores afiliados a Isapres, entre un 59% y un 68% de los diferentes segmentos socioeconómicos respondió de forma afirmativa.
“Este resultado refleja que hoy es viable pensar en un sistema que tenga un plan universal en las Isapres con prima única que no discrimine por edad y sexo, no es razonable insistir en discriminar bajo cualquier modalidad por sexo y edad, ya que la población y un sector de opinión muy amplio en el país tampoco está disponible a aceptarlo, lo cual será un freno a la reforma de las Isapres en el Congreso”, concluyó Sánchez.
El trabajo de campo se realizó de manera presencial a 1.212 casos, segmentados según región, sexo, nivel socioeconómico y edad en Santiago, Valparaíso y Concepción -las principales urbes de nuestro país- y fue efectuado por la empresa Ipsos Chile entre el 5 y 24 de junio, con margen de error para resultados totales de 2,81% y un nivel de confianza de 95%.
Los resultados arrojaron que los usuarios quieren soluciones de carácter inmediato, más que una promesa de una reforma global del sistema de salud. Así, un 68% de los encuestados pide solucionar en este Gobierno los problemas más urgentes de Fonasa e Isapres, mientras que solo un 30% espera una reforma integral que aborde la mayoría de los problemas de salud, pero que en tiempo demoraría más de dos años.
En tanto, un 63% de los encuestados quiere que Fonasa y las Isapres sigan mejorando y modernizándose, pero con el derecho de poder cambiarse entre ambos sistemas. Solo un 35% pide que solo se quede Fonasa operando.
“Una amplia mayoría de los encuestados quiere que permanezcan ambos sistemas perfeccionados de forma tal que los esfuerzos debieran estar en mejorarlos, como una primera etapa de reforma al sistema de salud, y no centrarse hoy en discutir y acordar la organización del sistema en una reforma de futuro, ya sea ésta bajo el modelo de un seguro único o multiseguros, es más importante que cualquiera sea el modelo, el que se constituya un solo sistema de salud para el país”, comentó Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello.
A su vez, un 77% de los entrevistados manifestó su deseo de que Fonasa tenga un plan de salud universal similar al de las Isapres, “lo que representa una idea clara de la población de avanzar a tener similares derechos en salud y no compartimentos estancos segregados por riesgo y poder de ingresos”, señaló Sánchez.
Consultados solo usuarios de Fonasa, sobre los motivos para emigrar a Isapres, un 32% asegura que lo haría para acceder a una mejor red de prestadores (centros de salud, médicos, laboratorios), seguidos de un 19% que espera una mejor cobertura en el sistema privado.
Al respecto, Sánchez subrayó que “esto es sorprendente dadas las colas del sistema público de varios cientos de miles de personas, ya que uno esperaría que la gente lo que quisiera sería cambiarse de sistema para resolver en forma inmediata su problema, en cambio su crítica es más profunda al Fonasa en cuanto a la cantidad y calidad de la oferta de servicios que este ofrece”.
Finalmente, ante la consulta si estaría la persona dispuesta a que parte de la cotización de su grupo familiar vaya a una “contribución solidaria”, es decir, que una parte de lo que paga por el plan, vaya a un fondo común que ayude a bajar los precios de los planes de salud a las mujeres y los adultos mayores afiliados a Isapres, entre un 59% y un 68% de los diferentes segmentos socioeconómicos respondió de forma afirmativa.
“Este resultado refleja que hoy es viable pensar en un sistema que tenga un plan universal en las Isapres con prima única que no discrimine por edad y sexo, no es razonable insistir en discriminar bajo cualquier modalidad por sexo y edad, ya que la población y un sector de opinión muy amplio en el país tampoco está disponible a aceptarlo, lo cual será un freno a la reforma de las Isapres en el Congreso”, concluyó Sánchez.